honorable concejo deliberante
sesion del 8 de agosto de 1963


discurso del intendente electo cayo eliseo goria

 

“Honorable Cuerpo: Vuestro voto acaba de investirme para el cargo de Intendente Municipal del Partido de Morón. - Honor insigne es, solo disminuido en su magnitud por la magnitud de la responsabilidad que este honor importa.

Hace unos minutos juré, sin ninguna reserva mental, cumplir mis deberes de Concejal. - Ruego que tengan Vds. Señores Concejales, por renovado este juramento en este instante en que he sido insaculado para el cargo de Intendente Municipal de Morón.

El gran paso se ha dado, pues, y corresponde a mi lealtad hacer público que este hecho auspicioso de que haya resultado electo intendente por este H. Cuerpo, se debe a que los demás partidos politicos que la integran, han manifestado un alto grado de sensatez. Ello compromete aun más mi responsabilidad en función de gobierno con lo mejor de mi mismo, todas las capacidades humildes de que dispongo, para ponerlas al servicio del trabajo que habremos de realizar en beneficio de la comunidad.

Aquí estamos para trabajar. El pueblo, el pueblo todo que nos voto, puso en nosotros honda confianza.

Ilusión de paz, de Justicia, de Moralidad, de Equidad que cada argentino, desde el mas humilde hasta el mas encumbrado, lleva en su corazón como un gran sueño, fue el sentido del pueblo al elegirnos.

Sé que tenemos extraordinarias cosas que hacer en esta hora extraordinaria como no las hubo nunca antes, jamás en los anales de la Patria.

En tal sentido, declaro mi absoluta fe y confianza en todos y en cada uno de los señores Concejales que en representación del pueblo y de los distintos sectores políticos, integran este Honorable Concejo Deliberante.

Como Intendente de Morón, declaro enfáticamente, que desde este instante, me despojo de mi divisa política y que en consecuencia no habrá partidismo en mi administración municipal.

Nuestra Patria en única e indivisible, la integra un pueblo conciente de su comunidad de destino, con una historia que alienta este presente y nos empuja hacia el porvenir.

Tenemos voluntad y decisión de continuar construyendo.

Señores Concejales: continuaremos construyendo.

Lo haremos lenta o rápidamente, pero estamos decididos a hacerlo al servicio de la comunidad.

Se que todos los Señores Concejales, hombres todos de extracción popular, que han andado por las rutas del Partido de Morón, tienen como yo, en su retina, fresca siempre, la visión del dolor de los humildes, que son los más y se que siempre con su corazón abierto han trabajado desde los distintos partidos políticos a que pertenecen, para mitigar el dolor, para remediarlo, y para traducir sus emociones en ideas, xx lo mejor de su conciencia, lo más esclarecido de su pensamiento.

Y he aquí que ahora estamos congregados para ver si el sueño de la equidad que queremos para nuestra Patria, alguna vez deja de ser sueño para ser realidad vivida; para ver si de una vez por todas, esta tierra, que por su magnitud, por las riquezas de su entraña y por las enormes potencias de trabajo de quienes las habitan, podría ser de felicidad, de bienestar y de cultura, en que hombres, mujeres y niños, sin ninguna excepción, vivieran cristianamente, con plenitud de dignidad humana, deja entonces de ser tierra en que hay más iniquidad que justicia, más dolor que felicidad, más miseria que riqueza y más ignorancia que cultura.

A eso hemos venido, para tornar en evidencia y como hombres de esta generación, contribuir al bien común, objetivo ultimo de toda "sociedad de individuos libres, iguales en dignidad, con igualdad de condiciones para el desarrollo de su personalidad, sus derechos y deberes" - como con tanta sabiduría definiera recientemente Paulo VI la democracia.

Y por eso afirmo, sin hesitación, que todos nosotros venimos a trabajar por la Argentina grande, tantas veces frustrada desde que nació.

Se que vamos a discrepar, que van Vds. a discrepar, porque desde el instante que me han ungido para el cargo de Intendente, no puedo estar sino por sobre el debate, por respeto a la división de poderes. Habrá discrepancia necesaria e inevitable, pero sera, sin duda, deseemoslo, superficial, no de profundidad, y para encontrar la mejor manera de resolver los problemas que conciernen a la comunidad.

Sé que en esas discusiones alguna vez habrá pasión que acaso alcanzara caracteres de tormenta. No importa.

Bendita sea esa pasion y bendita sea la tormenta si ellas no traducen otra cosa que el afán ansioso, angustiado, de servir de mejor manera los intereses del pueblo de Morón.

A trabajar hemos venido.

A trabajar hemos venido.

Remedando aquello de San Agustín: lege, lege, lege, nuestro lema debe ser: trabajo, trabajo, trabajo.

Es lo que necesitamos: trabajo serio, sobrio, austero, honrado, apasionado, incansable, llenos de amor para satisfacer los anhelos de los vecinos de Morón que nos han depositado su confianza.

En eso estamos, y eso espera el pueblo de nosotros, el pueblo que nos observa y nos juzga. Y en la medida que trabajemos dentro de los canones de honradez y moral administrativa, tendremos honor?.

Hemos de obrar con premeditada sensatez y prudencia; decir y exigir la verdad; hacer concientemente, de buena fe, todo cuanto de nosotros depende para convivir en armonía, dentro de un marco de derechos y obligaciones, acatando la ley, y queriendo la justicia; debemos despojarnos de todo egoísmo y propender al mejoramiento de la condición social refirmando el principio de dignidad humana. Todo esto debemos hacerlo con autenticidad.

Habremos así cumplido los objetivos del Preámbulo Constitucional, hermosa sintesis de nuestra idiosincrasia y del estilo de vida que queremos vivir. Y, lo que es mas, habremos asegurado para nuestros hijos una época de paz, prosperidad y libertad.

Invoquemos a Dios fuente de toda razón y justicia, como lo hicieron los constructores de la Patria y tendremos la segura recompensa de esta tierra generosa.

Comprendemos que en esta hora difícil que vive el país, ningún argentino tiene el derecho de perder ni una hora, ni un minuto, y nosotros los gobernantes no tenemos derecho a perder ni un segundo en quehaceres que no sean para servir a la Patria.

Ese es el lema nuestro. A trabajar señores Concejales. Vamos a trabajar. Y como Intendente de Morón afirmo, con responsabilidad y honradez que en mi administración desaparecerá para siempre la inmoralidad, el peculado y el negociado y que los dineros públicos serán administrados con sobriedad y decencia para devolver en servicios y mejoras todo aquello a que los vecinos tienen derecho porque para eso pagan sus impuestos y los paga muy bien.

No habrá política de comité y debe entenderse también que el municipio no es una agencia de colocaciones y que llamaré a colaborar en mi gobierno a todos los hombres sin interesarme su color político pero eso sí, que tengan aptitudes para desempeñar las funciones que se le encomienden y una gran moral y honradez.

Me han conferido Vds. la dignidad de regir los destinos del Municipio de Morón. Difícil va a ser mi tarea.

Sé que el desacierto y el error alguna vez -acaso muchas- se crucen en mi camino, pero descuento la comprensión, la tolerancia, la cortesía y el auxilio de todos los Señores Concejales. Con esa tolerancia, con esa cortesía, con esa comprensión, con ese auxilio, que recabo también a todas las fuerzas vivas de la comunidad, instituciones de la industria, el comercio, la Iglesia, asociaciones culturales, sindicatos, sociedades de fomentos, el periodismo etc, etc., la pesada tarea con que Vds. me han honrado ha de resultarme llevadera, satisfactoria y menos difícil, y todos absolutamente todos, sin distinción de ideologías politicas, religión o raza, experimentaremos la inmensa satisfacción de haber trabajado por el engrandecimiento y adelanto de Morón y logrado la felicidad de todos sus habitantes.

En esta gigantesca movilización, el único protagonista sera el pueblo con quien gobernaremos en estrecho contacto. En ella no habrá conductores, sino intérpretes de una voluntad multanime?, que ha encontrado la hora propicia para su realización.

El destino nos ha dado la tremenda, la enorme responsabilidad de ocupar un lugar en esta columna, que se ha puesto en marcha a partir del día 7 de julio de 1963, para reconquistar la fe del pueblo argentino en sus instituciones.

Tenemos plena conciencia de que apenas somos instrumentos, pequeños instrumentos de una decisión colectiva, pero asumimos la plenitud de nuestros deberes y responsabilidades para cumplir con dignidad y honradez el mandato que el pueblo nos ha conferido.

Apelamos a las reservas morales de la patria para que nos infundan su fe y su tenacidad, para que nos guíen y nos auxilien.

Pedimos a Dios que nos conceda la fuerza necesaria para enfrentar y vencer todos los obstáculos, para tener serenidad, decisión y energía frente a las más graves dificultades, para tener capacidad y equilibrio y para ser justos.

Pedimos a Dios que nos infunda la sagacidad para reconocer la mayor sabiduría de los demás y utilizarla al servicio del país.

Pedimos a Dios que nos otorgue la bondad para amar al prójimo, capacidad para inspirar confianza, y, sobre todo, pedimos que nos de humildad para reconocer nuestros propios errores.

Quiera Dios iluminar a Vdes. Señores Concejales, y guiar a este sufrido pueblo de Morón, que es parte del pueblo argentino que merece paz, libertad y progreso, por el camino de su felicidad y su grandeza.

Pero quiera también la comunidad de Morón no esperarlo todo de la Providencia y decidirse conjuntamente con las autoridades que la representan a enfrentar el porvenir con animo resuelto y corazón esperanzado.”

 

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 ©  Carlos Gustavo Maldonado
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