la tribuna
agosto 26 de 1967


Viejos tiempos del radicalismo de Haedo
Por Jose Murias

“El articulo del Sr. Jose Murias con el titulo del epigrafe, aparecido en nuestra ultima edicion, fue publicado con una serie de errores de composicion que desvirtuaban su sentido, e incompleto. Hoy salvamos ambas situaciones, pidiendo excusas al autor y al lector.

En el proximo numero, por los mismos razones, publicaremos integra la colaboracion del doctor Norberto P. Devoto titulada: " Haedo, 1902".

 


En la actual calle Emilio Castro, de Haedo, antes San Martin, frente a la segunda iniciacion de Triunvirato -el nacimiento de esta se opera en la avenida Rivadavia-, se levanta una antigua casaquinta, muy bien conservada, pese a que su construccion se remonta a principios de siglo.

Mi familia se afinco en Haedo en 1919, y por un par de años y antes de que contaramos con vivienda propia, alquilamos la quinta Carrere, propiedad de quien habia sido intendente municipal de Moron por el partido conservador. Es la que, con modificaciones en la construccion y reduccion en su otrora dilatada extension de tierra, ocupa actualmente el club Brisas del Plata.

En la primera, la de Emilio Castro, vivia por aquella segunda decada del siglo, don Lorenzo Soba, dirigente notorio de la Union Civica Radical, de cuyo hermano Ignacio, escribano, lleva su firma mi libreta de enrolamiento, como jefe del Registro Civil y de la Oficina Enroladora.

Ambas fincas lindaban por los fondos y parte muy extensa de uno de sus flancos, separadas nada mas que por un cerco de alambre casi desnudo de vegetacion, por lo que la familia Soba y la mia entablaron asi amistad de vecinos; y las criaturas del uno y del otro lado, desde luego tam-[..]

Podria yo por ello y a traves de la alambrada, asistir al espectaculo de las largas peroratas que en tono subido mantenia con frecuencia don Lorenzo Soba con sus correligionarios visitantes, entre los que solia ver al senador provincial de entonces, don Gervasio Pavon, acentuada mi curiosidad de muchacho por la figura de don Lorenzo, que paseandose por los caminos de su casa lucia con orgullo una boina blanca, distintivo del radicalismo, airosamente puesto sobre su cabeza.

Siempre he pensado por ello, haciendo recuerdo de esos años, que nacio alli mi vocacion partidaria, aunque indudablemente y como suelo decirlo ante los amigos, la amistad con el Dr. Norberto P. Devoto, profesional que me atendio en mis primeras afecciones dentales, dio rumbo definitivo a mis preferencias civicas. No podia ser de otra manera, pues el fervor partidario de este, sus arraigadas convicciones sostenidas indeclinablemente hasta hoy, predicadas con sonora palabra, no daban lugar casi para otro convencimiento en la materia.

Conoci tambien por aquellos tiempos a don Alberto Alcantara, fundador por el año 1912 del primer comite radical en Haedo, del que fue presidente Lorenzo Arrebillaga, ya que aquel, en gesto de significativa modestia, no quiso aceptar otro cargo que el de vocal; comite al que diosele el nombre, que llevóo por muchos años, de "Alejandro Moreno", en homenaje a quien habia sido fusilado por la policia del gobernador Marcelino Ugarte por su participacion en la revolucion de 1905, urdida y encabezada por Hipolito Yrigoyen.

Presente tengo asimismo de la politica lugareña de entonces, las concentraciones que en visperas de comicios se realizaban en Haedo, para luego trasladarse hasta Moron, a pie unos y a caballo otros. Al frente de la clamorosa y nutrida caravana iban sus dirigentes, portando banderas, estandartes e insignias nacionales y partidarias, todos con la boina blanca, convertida en simbolo de nuestras ansias reivindicadoras; y todos entonando la vieja cancion que electrizaba nuestros entusiasmos: «Adelante radicales, adelante sin cesar, viva Hipolito Yrigoyen y el partido radical...»

Y que para quienes hemos hecho del radicalismo sustancia de la propia vida, sigue electrizandolos, sin que valga a modificar o atenuar nuestros fervores las vicisitudes a veces amargas de la militancia, las de antes y las de ahora, las impuestas al pais por gobiernos que al margen de la voluntad popular, carecen de la jerarquia imprescindible para orientar a los pueblos, aunque sus hueras declamaciones pretendan hacer creer otra cosa.”

JOSE MURIAS

 

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