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10 de marzo de 1958


dejÓ un tendal de victimas al intentar un aterrizaje forzoso

“Han pasado varias horas desde que se produjo en Castelar el pavoroso accidente de aviación pero no disminuye la consternación que el mismo ha causado en todos los pobladores de aquella localidad. Algunas familias vecinas han perdido a sus niños, otras personas buscaban en vano algunos restos de su anciana madre y una mujer, joven aún, se convenció de la muerte de su hijita porque la reconoció en un anillo que conservaba una mano seccionada. Por otra parte, quedan allí como si fuesen testimonios de un despiadado bombardeo, restos en pie de casas semidestruidas, ventanas ennegrecidas por el humo de los incendios que originó el terrible bólido de fuego en que se convirtió el Gloster Meteor, y los árboles y postes chamuscados o caídos.

UNA DESGRACIA PREVISTA

Los vecinos de muchas manzanas a la redonda, como asimismo los habitantes del resto de Castelar, de Morón, de Moreno, etc, que se hacen presentes en el lugar del hecho, comentan el suceso como una desgracia prevista por la constante evolución de los aviones sobre lugares residenciales. También tienen palabras de profunda piedad para los familiares de las víctimas, si bien convencidos de que no hallarán pronto consuelo quienes ni siquiera pueden reunirse con la integridad de los restos de los seres queridos. Algunas de las escenas no han podido ser captadas por los fotógrafos de los diarios y noticiosos debido al celo y la energía puestas de manifiesto por las autoridades de la base aérea próxima. Tampoco se permitía tomar fotografías de los destrozos materiales, por lo cual los reporteros gráficos debieron arriesgarse para cumplir su misión. A uno de ellos le fue secuestrada la máquina fotografica, y a otro le secuestraron las placas.

UN METEORO DE FUEGO

De todos modos, la función periodística se ha cumplido, más que nada gracias a la colaboración del vecindario deseoso de exteriorizar su profunda preocupación por el peligro que cotidianamente amenaza sus viviendas y sus vidas. Así supimos que pocos minutos antes de que los escolares del turno de la mañana abandonasen la escuela de la calle José Maison, por dicha arteria pasó sembrando la muerte y la destrucción un meteoro de fuego. Era un Gloster Meteor de la VII Brigada Aérea de Base de Morón, cuyo campo llega hasta muy pocas cuadras del lugar del accidente.

VOLABA INCENDIADO

Una señora que recogió en su casa al matrimonio Viner, nos dijo: el aparato venía incendiado desde el campo de aviación y aquí se produjo una explosión espantosa, un ruido como no había oído otro en mi vida. La mitad de aquella casa se desmoronó y pueden ver a aquel joven rubio removiendo desesperadamente los escombros, tratando de dar con los restos de la madre.

- Pero la anciana no estará allí - dijo otra vecina - porque yo la vi que iba por el medio de la calle para aquel lado; el avión incendiado debió alcanzarla en el camino. De ella no se sabe nada, todavía.

En ese instante se oyó el llanto de una criatura y una mujer corrió al interior de la casa, en cuyo jardín recibimos información. Es el niño de los Viner, el primero de este matrimonio joven, un bebe nacido hace xx días. Los Viner viven en el chalecito señalado con el número 784 de la arteria mencionada. La mujer le daba el pecho al niño cuando el garage quedó destruido y los escombros envueltos en llamas. El marido corrió hacia donde estaba su esposa y la criatura. Felizmente, se hallaban a salvo.

COMO POR MILAGRO

Un señor no dijo: -Yo atendí a un niño de unos doce años que andaba en bicicleta y que por verdadero milagro se salvó de la muerte, porque atinó a arrojarse de la bicicleta, que se convirtió en un montoncito de hierros retorcidos.

- ¿Cómo se llama ese niño ?

- No sé; solamente sé que vive en la calle Villa de Luján al 800 y que sufrió quemaduras en un antebrazo izquierdo, el codo del otro brazo y en una pierna.

- Dice usted que lo atendió. ¿ Es usted médico ?

- Sí, soy el doctor José xxx, un vecino más de este lugar peligroso.

Un jovencito que oye la conversación, interviene:

- Un muchacho que se llama Mariano Echesmas, de 16 años, también se salvó porque vió que se le iba encima el avión incendiado y se largó de la motoneta.

LA BÚSQUEDA INUTIL

Un hombre de estatura más bien pequeña, anciano, no se separa de un montón de escombros a que ha quedado reducida su casa en gran parte.

- Supone que allí yace la que hasta hace unos momentos fue la compañera de su vida. En torno a los escombros que amontonaron los soldados de la base aérea, gira sin cesar, tratando de removerlos, un hombre joven, y nos dicen: es el hijo. Son los Abramson, pero es inútil que busquen allí; la viejecita fue alcanzada más allá, cuando iba a comprar algo. En la casa estaba solamente la sirvienta, que resultó con diversas quemaduras y fue trasladada a la base.

NO LO OLVIDARÁN JAMAS

Más allá, hacia la otra esquina, algunas mujeres pugnan por entrar a la calle prohibida. Son madres que nada saben de sus hijos.

Varias personas afirman que han perecido algunos niños que andaban en bicicleta. Las autoridades intentan poner orden, pero las madres no pueden entender esa imposición en tales instantes, están desesperadas, dispuestas a recurrir a la violencia, a descargar puntapies y por fin se las deja pasar. Es de desear que no encuentren nada de lo que buscan, si la desgracia ha caído sobre los suyos, porque lo que pudieran hallar, no podría olvidarse jamás. Pero desventuradamente, una de ellas, una madre joven, ha reconocido el anillo de su criatura en una mano que quedó contra una pared.

LO QUE NO HUBIÉRAMOS QUERIDO

No hubiéramos nunca querido escribir esta crónica que nos desgarra el corazón, pero no es posible silenciar una catástrofe que ha traído tanto dolor desgarrador a muchas personas. Lo relatamos procurando omitir detalles, pero sin dejar de consignar los que alcancen a dar una idea de la tragedia, con la esperanza de que no se repita. No es posible permanecer ajenos al pesar de la mujer y el hombre que llegaron desde esta capital, donde residen, alarmados por lo que pudo ocurrir a los suyos y encontraron la casa paterna semidestruida. Eran los hijos casados del matrimonio Abramson, a quienes era imposible contener en el desgarramiento que les causó la noticia de la desaparición de la madre. Tampoco es posible dejar de pensar en el matrimonio del abogado Ferreira, que ha perdido a su hijo Rodolfo, de 13 años, quien dejó de existir en el Instituto de Cirugía de Haedo a raíz de las heridas recibidas. El niño vivía en la calle Almafuerte 2325? y se dirigía a la escuela cuando fue alcanzado por el avión en llamas.

SIETE CASAS INCENDIADAS

El Gloster Meteor que piloteaba el infortunado teniente César Raúl Piñón causó incendios y principios de incendio en siete casas. Los bomberos voluntarios de la localidad, que concurrieron al mando del secretario del cuerpo, señor Carlos Benavidez, combatieron el fuego y asimismo colaboraron con los soldados en la xxx de los escombros. También concurrieron ambulancias de distintos hospitales y salas de auxilio.

Mientras se efectuaba la búsqueda de las víctimas, fueron hallados algunos restos del piloto en un baldío situado junto a una casa en cuyo primer piso abrió un boquete una de las turbinas, que se estrelló allí como un obús.”


PROPICIARÁ EL TRASLADO DEL CAMPO DE AVIACIÓN EL INTENDENTE ELECTO

“Desde el primer momento se hizo presente en el lugar del hecho el intendente electo de Morón, señor Abel Costa, quien nos manifestó que «hace 20 o 30 años se hizo retirar de Castelar el Centro de Aviación Civil por razones de seguridad para la población, estando en esa época la localidad, mucho menos poblada que ahora. Además, agregó el señor Costa, los aparatos utilizados entonces por los pilotos civiles no podían compararse con los actuales, y sin embargo se mantiene el campo militar, a despecho de todas las gestiones y los reclamos hechos para suprimirlo. «Esta pista -afirmó- debe trasladarse lejos de la capital a un lugar donde no ofrezca los peligros que tiene aquí, pues no es el primer accidente con víctimas entre la población, que se produce». Dijo, también, el señor Costa, que en el día tomaría contacto con el doctor Arturo Frondizi a quien impondría de lo ocurrido interesándolo para que hiciera gestiones inmediatas en procura de un traslado definitivo de la pista.”

 

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NOTICIAS GRÁFICAS- Lunes 10 de marzo de 1958- n° 9580
 

 

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