ALBERTO CESAR LACOSTE
MORON 200 AÑOS SUS HISTORIADORES   


 

 
 
INDICE
   
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
   

 


 

PROLOGO

La historia es la vida del hombre. El hombre vive en grandes y pequeñas ciudades y naciones. La historia de estos grupos humanos puede hacerse en su mayor magnitud y en sus núcleos más pequeños. Todo lo que sea conocimiento del pasado es útil a la historia. Por ello hay historias de naciones, de ciudades, de pueblos. Lo han demostrado los congresos de historia que, regularmente, se realizan en la Argentina y en otros países. Entre nosotros, los congresos regionales que organizó la Academia Nacional de la Historia han probado el interés que han tenido los temas históricos locales, de provincias y de ciudades. La Sociedad Argentina de Historiadores celebró su primer congreso de historia de la provincia de Buenos Aires en la ciudad balnearia de Pinamar, en los últimos días de marzo de 1985, y reveló la atracción que ejerció la historia de los pueblos y de.sus barrios en la mayoría de los congresistas. Hasta hubo un estudio analítico del cementerio de Lomas de Zamora. Otros se dedicaron a los límites de sus partidos, a los orígenes de los pueblos, a su crecimiento, a sus instituciones. Esto significa que el amor a la historia se extiende en capitales y en pueblos. Es un nacionalismo y un localismo que hacen profundizar lo mismo el pasado de un país que de una aldea. El historiador siente el deseo de investigar, de saber y de enseñar. Así puede entregarse al descubrimiento de América y al nacimiento de un pueblo perdido. Todo es sabiduría, saber qué ha ocurrido y cómo ha sucedido.

Esta pasión por la historia de la ciudad en que se ha nacido o se vive la encontramos, como ejemplo, en un historiador brillante de su ciudad natal: el señor Alberto César Lacoste, nacido en la ciudad de Morón en 1929.

Conocemos la ciudad de Morón desde hace muchos años, antes de que Lacoste naciera. Era un hermoso pueblo de quintas y jardines. Mucha gente de Buenos Aires iba a veranear a Morón; a Haedo, a Castelar.En esta pequeña población, Estanislao S. Zeballos había tenido una magnífica quinta. Un día, la calle Rivadavia se asfaltó. Poco después se asfaltaron otras. Fuimos a Europa. Cuando regresamos no conocimos más a Morón. Era una ciudad. Otro día, con dos amigos, fundamos, en unas habitaciones alquiladas a la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos, la Universidad de Morón. Hoy tiene una serie de edificios y es la más grande de las Universidades privadas de la Argentina y de la América hispana. No nos extrañemos si el señor Alberto César Lacoste ha dedicado su vida, de hombre aún joven, a estudiar la historia de Morón. Es un escritor y periodista que tiene el afecto y la admiración de sus innumerables colegas y amigos por la honradez de su vida y de su labor. Comenzó a escribir en 1945 y siguió haciéndolo en periódicos y diarios locales y de la provincia. Primero notas sobre deportes. Luego artículos sobre un mundo de temas. Ha penetrado, con éxito, en la literatura, con cuentos y otras páginas. Ha escrito un libro magnífico sobre La historia del deporte en el Partido de Morón. Esfuerzo notable, que sigue el desarrollo de los deportes en esta ciudad y sus alrededores con una riqueza de información y una precisión en los hechos que realmente asombre. Así ha profundizado otros muchos aspectos del pasado de Morón. También se entregó a una tarea ímproba: el estudio de los nombres de todas las calles de Morón y su partido. Miles de nombres que reviven un pasado. Nombres famosos y nombres ignorados. Entre los miles de nombres, repetimos, que ha estudiado, le quedan "cuatro" sin poder saber qué personas fueron. Ello significa que, a menudo, alguien que merece convertirse en nombre de una calle, pasando el tiempo no hay un alma, ni quede un rastro, que revele quien fue. Es el olvido que la historia no puede vencer. Por ello son necesarios estos esfuerzos, como los que cumple Lacoste, para que el silencio no entierre, sin dejar rastros, a hombres que, posiblemente, mucho trabajaron y mucho bien hicieron en sus vidas.

Esta obra que tenemos el honor de presentar a los lectores es otra muestra del amor de Lacoste a su ciudad. Busca los orígenes, hace la historia de los historiadores que, en alguna forma, revivieron su pasado. Son historiadores locales y también nacionales que se interesaron por su desarrollo y dedicaron páginas eruditas a su estudio. Algunos han muerto; otros continúan ahondando el pasado de Morón y nos dan noticias de gran valor. El señor Lacoste extiende su visión a la historia del partido y de la ciudad. El partido se acerca a novecientos mil habitantes. Su importancia no se discute. Lacoste nos refiere los comienzos y el crecimiento de cada ciudad y lugar de este enorme partido. Rara vez se había hecho este estudio, siempre en forma fragmentaria e incompleta. Ahora tenemos un relato total, analítico y bien fundado. Este libro de Alberto César Lacoste es el mejor estudio que se ha escrito sobre Morón, su partido y cada una de sus poblaciones. Lacoste es el historiador que más ha investigado la historia de Morón, el que más la ama y el que más trabajos le ha dedicado. A su lado hay otros estudiosos del pasado moronense, como el insigne, digno de los mayores elogios, monseñor Juan Antonio Presas. Ellos forman una Junta honoraria de Estudios Históricos. En algunos países de Europa, cargada de historia, como España, existen en las viejas ciudades el cargo de Cronista de la Ciudad: título que se da a ilustres investigadores que consagran su vida a profundizar y referir la historia de una ciudad. Este honor corresponde a nuestro amigo y colega el señor Alberto César Lacoste. El libro que ahora publica lo consagra como Cronista de la Ciudad y Partido de Morón.


Enrique de Gandía

Miembro de número de las Academias Nacionales
de la Historia, Ciencias Morales y Políticas
Geografía y Sanmartiniana


ALBERTO CESAR LACOSTE

Alberto Lacoste

 Nació en Morón el 7 de agosto de 1929.
 Se recibió de bachiller en el Instituto San José de Morón.
 Sus primeras armas dentro del periodismo las realizó en el año
1945 como colaborador en el Periódico “El Heraldo” que dirigía el Dr. Angel Bó.
En
1953 funda con otros idealistas del deporte local la Revista "Crónicas Deportivas " y escribe luego para la Revista "Morón Deportivo ".
Desde 1963 hasta 1968, redacta sus crónicas en el Periódico "Noticiero "de Genaro Maradei.
En
1968 aparecen por primera vez sus notas en el Periódico "El Cóndor", bajo la Dirección de don Osvaldo Alfredo Mai. En dicho órgano periodístico se desempeña hasta el presente, haciendo tradicional su columna titulada "Cosas de mi Pueblo ".
Jefe de Redacción de la Revista "Meditación " y ha colaborado en forma periódica en los Boletines Parroquiales y del Rotay Club local.
Integrante del Consejo de Redacción y columnista de la Revista "Baluarte
" (1978).
Colaborador de la Revista "La Acción” (1978).
Colaborador Especial de la Revista "Sport Oeste" (1984).
Fue Vicepresidente durante varios períodos del Círculo Regional de Prensa, que agrupa 17 Partidos de la Provincia de Buenos Aires.
Es miembro de la Junta Honoraria de Estudios Históricos de Morón
(1974).
En el año 1972 recibe la distinción por el mejor artículo publicado "Carta para un amigo”.
Fundador en el año 1973 de la Entidad Literaria "Autores Asociados", siendo en la actualidad Asesor de la misma.
En el año
1974 la comunidad de Morón le otorga el trofeo "Amistad", y la República de Morón lo designa Ministro de la Amistad.
Autor en forma mancomunada del libro de Autores Asociados: "Un Pueblo...Su gente" con prólogo de don Ernesto García Camiña
(1974).
Autor en forma mancomunada del libro de Autores Asociados "Encuentro Literario", con prólogo del doctor Enrique de Gandía (1975).
Autor de la parte Social y Deportiva del libro de Monseñor Juan Antonio Presas "Nuestra Señora del Buen Viaje", Morón (1972).
Colaborador en el libro del mismo autor "Nuestra Señora de Luján y Sumampa ". Colaborador en el libro "Morón Centro del Oeste" de Monseñor Juan Antonio Presas (1981).
Autor del libro "La Historia del Deporte en el Partido de Morón ", con prólogo de Fioravanti (1978).


LA VERDADERA HISTORIA DE MORON
¿CUAL ES?

Indudablemente es un tema difícil y tal vez mucho más polémico que la historia o leyenda del famoso "Gallo de Morón".

Pienso que todos los trabajos y libros publicados con respecto a la Historia de Morón, merecen el mayor de los respetos y las consideraciones más distinguidas, ya que los mismos fueron hechos en base a trabajo, estudio, conocimiento y principalmente amor por la tierra del pago chico.

En razón de ello rindo mi sincero homenaje de gratitud hacia escritores, periodistas e historiadores que nos legaron escritos y documentos del Morón sin tiempo, del Morón eterno, del Morón sin casi partida de nacimiento.

En este trabajo que, lógicamente dista de ser perfecto, volcaré en forma sintética y abreviada, las conclusiones que sobre el tema dictaminaron los eruditos en la materia. Luego de la lectura, que cada uno de los lectores tome partido hacia la postura que le parezca correcta y esa indudablemente será su verdadera historia de la Ciudad de Morón.

Cabe destacar, al margen de los escritores e historiadores que componen el presente libro, los trabajos y escrituras que realizaron sobre el tema, pero en forma parcial o localista, las personalidades siguientes: D. Juan Guercio (Historia de Ituzaingó y la estación); Srta. Irma Cristina de Otero (Historia de Hurlingham); D. Gerardo Ansalone (Historia de villa Ariza); D. Bernardo Schwarzber (Morón y sus quintas); D. Angel Silva (Morón); Coronel Andrés García (Reseña del Partido de Morón 1813); D. Ricardo Leandro de Ribot (Lista de autoridades de Morón); R.P.D. Félix Bollo (Iglesia de Morón -Catedral -Basílica -(1947) ; R.P .D. D. Edmundo Vanini (Miscelánea del libro de la Coronación 1947); Dr. Ricardo Levene (conocimientos hermenéuticos sobre Morón 1940); R.P.D. Juan B. Kierman (folleto editado en 1881 como Morón, Capital de la Prov. de Buenos Aires); D. Eduardo F. Sánchez Zinny (Temas históricos del Partido); D. Juan Carlos Walther (La Conquista del Desierto); D. Juan Carlos Ocampo (Orígenes históricos de la Ciudad y Partido de Moreno-1964); D. Rodríguez Araúz (Historia de Merlo). D. Ricardo F. Trazer (Muchachos del 900); D. Alberto Trazar (Canto a Morón); D. José Torre Revello; D. Enrique Udaondo; Héctor Oliviera Lavié; Elías Cárpena (Las aventuras del Potrillo Alazán -1982) ; D. Miguel Szraiberg "Por las calles de Morón " y D. César Jaimes "Reseña de Castelar".

GABINO BRAVO

Nació en Morón, razón fundamental que inspiró su obra y como prueba de ello, transcribirrios parte del prólogo de su libro, que lo demuestra tal cual fue, en su paso por el Morón sin tiempo.

“Al editor del libro titulado "Reseña Histórica del Partido de Morón”,

Quiero dejar puntualizado el móvil que inspiró mis propósitos y al realizar uno de mis más caros anhelos quiero, asimismo, impregnar a estas breves líneas, el pensamiento que vibra y se agita en lo más hondo de mi alma, para que irradie cual emblema la sinceridad de sus aspiraciones al expresar que siempre alimenté la idea de llevar a efecto la presente obra, no obstante los múltiples obstáculos que se sucedieron poniendo valla a mi camino. Para ver cumplida tan legítima esperanza grande ha sido la batalla, enormes las dificultades; empero, si logré la victoria .fue porque me impuse una consigna: el deber, ya que mi razón no podía concebir ni tolerar que en el vaivén de su jornada, el periodismo local desenvolviera su misión olvidando un hecho de trascendencia, que con el correr de los años se imponía a manera de una necesidad impostergable y que de su seno surgiera, en consecuencia, la enseña de una voz denotante e hiciera un llamado al imperio de la voluntad, sobreponiéndose si se quiere al orden material, y afrontara la decisión y patriotismo para llevar a feliz término la obra que hoy publico sobre la histórica semblanza de éste viejo Partido de Morón.

Al ocuparme de esta esforzada y noble empresa -sino por su importancia al menos por su significado- cumplo con un deber ineludible, no solo por haber nacido en este pueblo, sino también por el amor de aquellos recuerdos que se designan tradición.

Creo que esta obra, aunque incompleta, viene a llenar a todas luces un vacío en nuestro ambiente, no solo por la trascendencia que ella encierra, sino también porque encauza asuntos que arrojan pensamientos de tradición histórica.

El propósito que me guió es el de dejar grabada en forma perenne una visión inequívoca del desenvolvimiento de la vida del partido de Morón y de los hombres que le dieron brillo con el empuje avasallador de sus afanes, por medio de su inteligencia y desinterés, dónde en su atmósfera revela ese idealismo pristino y tan puro, propio de su época.

No tengo la pretensión de darle a esta obra el calificativo de historia, puede decirse, un término medio entre la historia y las memorias, porque solo abarco en su estudio, someramente, un acervo de hechos documentados que implica en el conjunto de su promiscuidad una evidente analogía”.
                                                                                            

Decíamos al comenzar, que Don Martín Gabino Ramón Bravo, había nacido en Morón el 10 de agosto de 1889.

Proveniente de una familia criolla, su padre fue Gabino Bravo, que actuó en la campaña al Paraguay y fue condecorado en la batalla de Curupaití y su madre Rufina Montes. Se casó con Albertina Delory y tuvo dos hijas, María Isabel y María Albertina.

Trabajó en el Juzgado de Paz de Morón. Colaboró en los diarios capitalinos: "La Razón" y "La Prensa". Creó y fue el director de la Revista "Para Todos" que circulaba en la zona oeste y que abordaba todo lo relacionado a la vida de la ciudad de Morón.

Fue director del periódico "Seis de Setiembre" y de los diarios "Independencia" de Morón; "Libertad" de Merlo y "La Acción" de San Miguel.

Toda su vida la dedicó a su gran pasión: el periodismo y al escribir la "Reseña histórica del Partido de Morón", cumplió un sueño de toda su vida, pues creía tener un deber de agradecimiento a la ciudad que lo vio nacer y al que siempre se sintió tan arraigado. Las circunstancias lo llevaron a vivir durante sus últimos años en comodoro Rivadavia y en la Capital Federal, pero siempre añorando a su querido Morón.

Murió el 7 de octubre de 1984, a los 95 años y sus restos descansan en el cementerio de Morón como era su deseo.

Quizás, don Gabino Bravo resulte uno de los primeros historiadores de Morón, al menos así lo indicaría la publicación de su libro titulado "Reseña Histórica del Partido de Morón", realizada en el mes de julio del año 1946. Quizás también haya resultado su libro la base, casi fundamental, para historiadores aparecidos con posterioridad a su publicación, pero eso ya sería entrar en el terreno de las conjeturas o hipótesis.

He aquí pues, parte del contenido histórico de su libro: “La ciudad de Morón, núcleo inicial del partido del mismo nombre, nace a principios del siglo XVII, como consecuencia de las enconadas luchas entre los conquistadores hispanos y las tribus indígenas. Para vigilar a éstas y contener los frecuentes ataques con que asediaban constantemente a Buenos Aires, el Gobernador don Hernando Arias de Saavedra establece un destacamento militar en la zona que hoy comprende al centro de la ciudad de Morón. Eligió ese lugar por su altura y condiciones topográficas, terrenos situados a veintidós metros sobre el nivel del mar y ligeramente accidentado que desciende en declives de pendiente suave.

Para protegerlo levantó fortines de adobe rodeado por fosas a manera de trincheras sobre la "cañada" que divide diagonalmente el Partido. Hernandarias estableció esté destacamento de avanzada al regresar de su expedición contra los indios de la Pampa, realizada durante su segunda gobernación entre los años 1608 y 1614; pero mucho antes de estas fechas ya estaban radicados en esos parajes algunas familias a quienes don Juan de Garay, al fundar por segunda vez Buenos Aires, había repartido tierras fuera del éjido de la ciudad recién construida, para que se dedicaran a la explotación pacífica de chacras y estancias.

Más aún, ya en el año 1536, habían acampado, aunque accidentalmente, fuerzas españolas comandadas por el Almirante Diego de Mendoza.

A pesar de ello el fortín fundado por Hernandarias, debe tomarse como punto de partida, porque aseguró estabilidad definitiva a la población de Morón, si bien es cierto que las acechanzas de los indios no cesaron por completo hasta cuarenta años más tarde, en 1754, cuando el Maestre de Campo Don Cristóbal Cabral de Melo, después de terrible lucha, consigue someter al bravo cacique Yaité, quién se convierte desde entonces en su colaborador y aliado.

Las opiniones de los cronistas no concuerdan respecto al origen del nombre de Morón; unos lo atribuyen al hecho de haberse elegido para ubicar al destacamento de avanzada a una altura, montecillo o "morón"; otros suponen que entre los primeros españoles que se radicaron en la región, figuraban algunos naturales de "Morón", pueblo de Andalucía, y, finalmente, hay quién recuerda que uno de los más antiguos pobladores del lugar, fue el famoso Capitán don Diego Morón, quién había conqllist:ldv merecido renombre con los Tercios de Flandes en los Países Bajos, y contraído enlace con doña Isabel Torres en el año 1681 en la Catedral de Buenos Aires, según consta en los archivos de la Curia Metropolitana y que murió luchando contra los indios.

En épocas lejanas, la zona ocupada por la actual ciudad de Morón, fue designada con varios nombres diferentes que se usaron sucesiva y hasta simultáneamente y que se aplicaban por extensión a todo Partido o parte de él. "Cañada de Morón"; "Alto Redondo"; Cañada de la Paja"; "Chacras de Altolaguirre y Arguibel", y también, aunque con menos frecuencia, "Cañada de Juan Ruiz".

Desde 1765 hasta octubre de 1932 se usa oficialmente el nombre de Partido de Morón. El 19 de octubre del año últimamente citado se promulga la ley N° 4.103, aprobada seis días antes por ambas Cámaras Provinciales, la cual sustituyó el nombre Morón por 6 de Septiembre, tanto para el Partido como para la Ciudad cabecera del mismo, aunque la estación del Ferrocarril Oeste siguió ostentando el nombre tradicional.

El sector que hoy abarca la ciudad de Morón, corresponde a la zona inicial del Partido; dentro de su contorno se establecieron los fortines y en torno de los mismos se fue radicando la población fundadora, formada casi en su totalidad por propietarios de vastas extensiones de campo, las cuales provenían de la repartición de tierras realizadas por Garay. La capilla u oratorio provisional que ellos elevaron fue el primer vínculo permanente que los ligó.

Años más tarde, en 1769, una vez construida la Iglesia Parroquial de "Nuestra Señora de la Concepción y Buen Viaje”, ésta pasó a ser el centro definitivo de la futura ciudad. Se cumplió una vez más, en la formación de Morón, una ley invariable, la de los pueblos en torno a su Iglesia”.


MONSEÑOR JUAN ANTONIO PRESAS

Nació en la ciudad de las diagonales "La Plata”, Provincia de Buenos Aires.

Cursó sus estudios sacerdotales de Filosofía y licenciado en Teología en la ciudad de Comillas (España).

Se ordenó de sacerdote en Santiago de Compostela.

Con el título de Teniente y las maletas llenas de esperanza y futuro, un 23 de diciembre de 1944 ingresó en la Iglesia de Morón.

Ahí comenzó el trabajo de hormiga, ese que no se ve, el de las caminatas a pié, caminos de tierra y barro. Días de sol y lluvia. Noche de insomnio y frío.

Fue la etapa del derecho de piso. La primera y dura puntada. La siembra de su cosecha.

Cura párroco de Morón a partir del año 1951. El 8 de mayo de 1977 cumplió sus Bodas de Plata con dicha función, que ocupa el primer lugar en la tabla de antigüedad de los curas párrocos de Morón.

Sus primeros trabajos literarios los efectuó sobre traducciones de libros de Teología entre los que se destacaron "Marial" de San Alberto Magno y los Sermones de San Ambrosio.

Son varios los folletos de su producción, siendo los más conocidos los realizados sobre los estudios de la Catedral y la Virgen de Luján.

Sus libros "Nuestra Señora del Buen Viaje” (Morón) (1972); "Nuestra Señora en Luján y Sumampa” (1974; "Morón, Capital del Oeste"; "Nuestra Señora de Luján” (La estancia del Milagro) (1977); "Luján entre la ciencia y la fe” (1978), son muestra elocuentes de su trabajo, capacidad y pasión.

En el año 1958 Monseñor Doctor Miguel Raspanti lo designa Vicario General de la Diócesis de Morón.

-Fundó considerable cantidad de Parroquias dentro del Partido de Morón.

-Es asesor de la Junta Honoraria de Estudios Históricos de Morón.

-Miembro de la Entidad Literaria de Morón "Autores Asociados”.

-Miembro de la Sociedad Argentina de Escritores (S.A.D.E.).
-Miembro de la Academia Argentina de Letras.

En la actualidad tiene 72 años de vida de los cuales 41 son moronenses.

Con toda justicia se dijo que el Padre Juan está consustanciado con Morón y con su gente de antes y de ahora.

Lógicamente no podremos abarcar en esta escritura todo el contenido que Monseñor Juan Antonio Presas dio a su libro "Nuestra Señora del Buen Viaje, Morón", editado por la Municipalidad de Morón, en el año 1971.

En razón ello tomaremos los párrafos más importantes de tan magnífica obra, cuyo autor dio a Morón mucho más que algunos de sus propios hijos.

"Somos concientes de nuestra pequeñez y cada uno narra los hechos según su mentalidad, pues es imposible prescindir de la persona que escribe. Su talento, su veracidad, su cultura darán al lector la pauta para darle o negarle crédito. Nosotros vemos a Morón desde una hermosa realidad. Su Fundadora ha sido la Concepción del Buen Viaje, junto a Ella se formó el pueblo. Bajo este prisma mariano hemos cumplido el trabajo”.

Antiguos pobladores: Sin entrar en mayores detalles bastará saber que los primeros pobladores fueron los indios querandíes.

Estos eran relativamente pacíficos y en partidas errantes, recorrían la inmensa llanura a su albedrío, cazando venados, fijando sus tolderías, temporalmente, donde más abundaba la caza. Todo fue tranquilo no teniendo contacto estas hordas con el español, hasta que los serranos, habitantes de las zonas vecinas a los Andes, y gente bélica, obligados a emigrar, llegando hasta estos Pagos y haciendo alianza con ellos, los incitaron a que cometieran tropelías. Y no paró ahí el mal; a fines del siglo XVI los aucas o araucanos, el pueblo más indómito de cuantos habitaban la cordillera, llegaron al suelo bonaerense imponiéndose a las demás tribus, trayendo consigo la desolación y la muerte.

A todos estos indios se los llamó comunmente Pampas por habitar y ocupar la inmensa llanura que se extiende desde el oeste y sur de Buenos Aires.

Contra tales males y salvajes, España usó dos medios: la enseñanza del Evangelio y la conquista o defensa militar. Los dos iban a la par, mejor dicho, el primero precedió al segundo.

La conquista: El 2 de febrero de 1536 el Adelantado don Pedro de Mendoza fundaba el puerto y pueblo de Buenos Aires y exploraba los alrededores, buscando alimentos y señalando defensas. Sin duda fueron sus soldados los primeros que pisaron estas nuestras tierras.

El pueblo fundado por Mendoza tuvo corta existencia, pero al fundar Juan de Garay en 1580 casi sobre el mismo lugar la ciudad de la Trinidad, puerto de Nuestra Señora de los Buenos Aires, consolidaba la conquista.

Juan de Garay repartió solares entre sus compañeros de acuerdo a las disposiciones que traía ya las leyes españolas. Seguidamente prosiguió el reparto de tierras en chacras y estancias. Entre los compañeros de Garay figura un tal Juan Ruiz, que recibe 400 varas de terreno en la ciudad y un lote de 3.000 varas de frente en los pagos de Luján. Este Juan Ruiz, casado con Bernardina Guerra, fue el primer terrateniente de estas tierras que hoy llamamos Morón. El dominio le vino por merced y más tarde pasaron las mismas a sus descendientes y al final a los padres de la Compañía de Jesús.

La Frontera: Juan de Garay y sus sucesores en el gobierno de las regiones del Plata, no descuidaron la defensa de las tierras que ellos habían entregado; se preocuparon de la ciudad fundada y la circundaron militarmente, aprovechando las pequeñas lomas y alturas de los terrenos vecinos.

Que el lugar, llamado hoy Morón, sirviera de defensa, es cosa fundada; sobre todo cuando años más tarde sirvió todavía la pequeña población de San Antonio del Camino para ese fin. No fue Morón la primera ni la última defensa, pero sí una guardia próxima a la Capital para dar la voz de alerta. Al pensar así, convenimos con toda la tradición.

Sabemos además que el gobernador Hernandarias, natural de Asunción, criollo y una de las figuras más nobles de la conquista, se preocupó hasta lo infinito por el bien de los indios y castigó a los sublevados de los alrededores de la Ciudad. Es muy creible que fuese él quien dejase en esta altura, hoy centro urbano de Morón, un destacamento militar y levantase un fortín. Lo cierto es que se da por fecha de la fundación de Morón el año aquel de 1600, aproximadamente, cuando Hernandarias plantó aquí un fortín.

Valora esta sentencia la autoridad del académico de la Historia, don José Torre Revello, al. dejarlo documentado en uno de sus mapas de la Conquista y Virreinato (Mapa publicado en el Diario "La Prensa" el 24 de mayo de 1936).

El nombre Morón: Hay dos sentencias:

Primera: Por los años 1685 el Capitán Diego Morón, recibe por estos lados una fracción de tierras y sus hijos, alrededor de 1710, instalan en la Cañada de Juan Ruiz, junto al arroyo, una atahona o molino, que venden algunos años después. Como esa familia fue muy prestigiosa, el molino alcanzó popularidad en la zona, puede darse hoy por cierto que el origen del nombre Morón viene al. lugar por ellos. Así la atahoma dio nombre a la Cañada, la Cañada al Arroyo y al lugar, y la población que se formó sobre la loma recibió insensiblemente el nombre hasta que se hizo oficial. La Cañada de Juan Ruiz es la misma que la de Oliva y de Morón.

Segunda: Hace derivar el nombre de la config'tración del terreno, pues Morón significa: montecillo de tierra, de ahí también la palabra: desmoronarse, que es: venirse a tierra y deshacerse.

Aquí en las puertas mismas de la pampa porteña, inmensa y llana como el mar, bien puede decirse que un morón, un otero apenas perfilado, asumía la importancia geográfica de "una regular colina, y por ello los hombres de aquella centuria llamaron Morón a este lugar .

Así creían los que levantaron el Acta de fundación ael Templo de 1868, y que refleja, como dijimos, una creencia anterior. Así también los que firmaron la Memoria editada en nuestra Villa en 1881.

No creemos que esta segunda sentencia deba echarse hoy en el olvido. Ella ha perdurado cerca de 150 años. Nosotros diríamos que el origen del nombre viene al lugar de la familia Morón; pasaron los años y la gente olvidó la atahona y la familia que la fundara, pero el nombre quedó en la zona y en la Cañada. Los hombres de 1850 al ver su villa edificada en una loma y al querer dar razón de su nacimiento pensaron que a la configuración del terreno se debía el nombre: además se agregaban otras coincidencias llamativas.

A todas estas regiones del Plata llegaron muchos naturales del Morón de la Frontera de España (Véase los catálogos de pasajeros en el Archivo General de Indias de Sevilla y en los expedientes de testamentería del Archivo General de la Nación).

Segundo: el campo que se extiende desde Sevilla a dicho lugar es bastante similar al que corre desde Buenos Aires a nuestro Morón. Tercero: el Morón español está en una altura como el nuestro. Cuarto: aquí existe una Cañada, allí también. Quinto: nuestra Patrona es la lnmaculada como en el Morón español. Sexto: el Morón español fue por siglos frontera con los moros, nuestro Morón fue también frontera y defensa contra el indio.

Resumiendo, la primera sentencia (Diego Morón) tiene prueba y documentación. La segunda, (configuración del terreno) es una tradición o leyenda; pero si es cierto el refrán que dice que la poesía es más verdadera que la historia, entonces esta sentencia segunda tiene mucha parte de verdad y fundamento.

Interrogantes: Bueno será aquí dar algunas explicaciones para satisfacer la curiosidad más exigente.

Extraña que, fuera de lo que cuenta la tradición, nadie nos hable en ningún documento de la época del fortín de Morón. No hay que dar al asunto la importancia que el hecho no tiene. Hernandarias entre los años 1600 a 1614 levantó sobre la loma o morón un fortín; a medida que el tiempo corría, su importancia fue decreciendo, pues las fronteras se fueron adelantando, pero siempre la Comandancia de Fronteras de Morón conservó autoridad por lo menos hasta 1780. Desde esa fecha ya no se vuelve a hablar más de ella.

Con el fortín vino la posta. Tanto para ir al Norte como a los Reinos de Chile el camino más corto y rápido, libre de pantanos y más firme y seco, era el que transitaba por esta región. Aquí, junto al Arroyo y bajo la guardia del Fortín, las carretas de los arrieros y los pasajeros podían descansar seguros.

Así pues Morón fue reconocido desde sus comienzos por su Fortín y Posta; su importancia requirió más tarde la fundación de una ermita, que fue dedicada a la Virgen Inmaculada del Buen Viaje. Esta ermita anudó y congregó a su alrededor a los fieles peregrinos y a los paisanos, que poco a poco se establecieron en el lugar. Por ello, es considerada nuestra Virgen Inmaculada del Buen Viaje como la Fundadora de los Pagos de Morón.

Morón fue considerado siempre y de hecho fue la Primera, Posta del País.

EDGARDO AURELIO CORIA

Nació en Morón, el 12 de noviembre de 1917. Desciende, por ambas ramas genealógicas de familias entroncadas en la zona, desde más allá del siglo XVIII.

Estudió dibujo artístico, pero su vocación fueron las letras, donde comenzó colaborando en la Revista "Nuestra” que editaba el personal aduanero, en la forma de poesía.

Colaborador más tarde, en el periódico local "La Tribuna ", en notas de cierta especialidad anecdótica, también lo hizo en su similar "El Cóndor" y "La Acción", prosiguiendo en la actualidad en tal tarea.

Ha dado charlas en la Capital Federal, en el Salón de Estudios Sociales del Dr. Raúl Matera, como asimismo en Morón, en la Escuela Municipal de Danzas, Dirección de Cultura de la Municipalidad, en el club "Porteño de Morón", "77 Fútbol club" y "Los Matreros", también en la Comisión de Cultura del Club Morón.

Numerosas Escuelas de Morón y del interior del país contaron con sus importantes y amenas conferencias de carácter histórico.

Estudioso de la historia local y nacional, fue tenido en cuenta en representabilidad, por parte del municipio, al ser designado miembro de la Junta Honoraria de Estudios Históricos de Morón,. donde sus pares lo eligieron, en la primera etapa desde su fundación, como Secretario de la misma.

Senador de la República de Morón, ella cuenta en él, un decidido como esforzado defensor de los fueros singulares del habitante de nuestra ciudad.

Socio fundador de "Autores Asociados", Entidad Literaria de Morón y partícipe en forma mancomunada de su primer libro "Un pueblo...Su gente" y dijo don Ernesto García Camiña de él, Coria un historiador de su Morón y cronista de su pasado, ilustra y encanta, y hace de la leyenda una verdad rigurosa.

Posteriormente y en forma mancomunada por "Autores Asociados" participó en los libros "Encuentro Literario" y "Poetas de la Ciudad".

Su obra cumbre la presenta el 6 de junio de 1980 bajo el título de: "Compilación histórica de Morón 1583-1959".

Don Edgardo Aurelio Coria, historiador de Morón en su libro titulado "Compilación Histórica de Morón 1583-1959", argumenta lo siguiente: "La historia de nuestro Partido de Morón -si hemos de tomar una fecha como punto de partida en sus antecedentes históricos- comienza en el año 1583, cuando, ya favorecido con una suerte de chacra o chácara, como entonces se decía, por su superior jerárquico el vizcaíno Don Juan de Garay, el capitán don Juan Ruiz de Ocaña, en sus tierras de la cañada que desde entonces llevara su nombre, bate a un cacique lugareño de origen guaraní, llamado Telemonié Condié.

Aunque la breve mención del combate consta en documentos de la época en forma un poco vaga, resulta hoy día indudable que el encuentro bélico, tiene que haber tenido lugar en las cercanías del Arroyo Morón y el centro de nuestra ciudad de Morón, deducido por la distancia que dice el parte de guerra: "a unas cuatro leguas del Riachuelo de los Navíos, cerca de un arroyo y en su cañada”. Sabemos que la legua española consta de 5.572,07 m de longitud, lo que equivale a decir que la distancia en kilómetros es de 22,300 m, aproximadamente. Es entonces, incuestionablemente aquí.

Resulta así, que a solo tres años de la Fundación de la ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires, un hecho histórico marca el inicio del conocimiento de estos parajes.

Siguiendo un itinerario cronológico, vemos ya, a los 38 años, es decir, en el año 1618 (así está consignado oficialmente en los antecedentes históricos que publicara, a poco de constituir su Capital en la ciudad de La Plata, año 1883, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires en un amplio volumen), el primer gobernador criollo, nacido en la Asunción del Paraguay, Don Hernando Arias de Saavedra, más conocido por Hernandarias, hace construir un fortín de avanzada para protección contra los aborígenes que ya comenzaban sus depredaciones y robos, como asaltos a las escasas fincas de la campaña, en el sitio que la tradición ha rescatado como la actual Plaza del Libertador frente a la Catedral-Basílica. Tal fortín tenía su personal estable de soldados. Fue la primera población.

Casi seis décadas han transcurridos desde la fundación, cuando el Obispo de Buenos Aires, Cristóbal de Aresti, con fecha 25 de marzo de 1637, llama a los clérigos de su diócesis, convocándolos para la creación de tres curatos en la ciudad y campaña. De tal manera, ya figuraban, entre ellos, uno para La Matanza y otro para el Partido de las Conchas. No se tienen mayores detalles de aquellos Curatos, ni si realmente fueron ocupados y quienes fueron sus primeros curas.

Nuestro Morón actual, habría comenzado su vida conocida bajo el nombre de Villa de San Antonio del Camino (Año 1932, publicación del Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires).

El año 1705 fue de trascendente recordación para este sitio, ya que es tradición que comienza a llamarse desde entonces, Pago de Morón.

En el año 1681, ha entrado a la Gobernación del Río de la Plata, un militar, proveniente de Madrid, con el cargo de Director de Prisiones. Este militar se llamaba Don Diego de Morón. Aquí contrae matrimonio con una criolla llamada Doña Isabel de Torres Brizeño, en ese mismo año de 1681.

Don Diego de Morón fallece el 8 de febrero de 1696 y de esta manera ignoró que su apellido pondría, más adelante, en el tiempo (1705 ); la toponimia con que sería conocido desde entonces: "Pagos de Morón". Su viuda, ha adquirido en esa fecha, una chacra en la Cañada de Juan Ruiz, y surge de su testamento que hoy. sería, aproximadamente, un vasto sector frente a la Tejeduría Alfa S.A. con frente al camino que llevaba hacia las provincias interiores y el Alto Perú (Avda. Gaona) y el Arroyo Morón. La chacra poseía una atahona donde se molía el trigo de la zona, que fuera el primero que se enviara a la métropoli. Dice la tradición que el Virrey Pedro Zevallos, fue quien remitió las primeras partidas de este trigo moronense”.

ADOLFO SPERATTI

Nació en Morón, Provincia de Buenos Aires en el año 1902.
Fue el primer taquígrafo del Concejo Deliberante de Morón en 1927.
Egresó de la Facultad de Medicina de Buenos Aires en 1928 y en el mismo año se incorpora como médico al Hospital Alvear.
Fue el primer Secretario de Salud Pública de Morón (1958-1963).
Subdirector y Director del Hospital Municipal de Morón y Jefe de Cirugía.
Fundador en 1932 del Círculo Médico de Morón, ex Asociación de Médicos Municipales de la Capital Federal y la Federación Médica de la Provincia de Buenos Aires.
Médico de las Sociedades de Socorros Mutuos de Morón, Italiana, Francesa y Española.
Fundador en 1939 del primer Sanatorio que se instala en el Partido de Morón.
Estudió música en el Conservatorio Fornabaio de Morón.
Integrante en 1923 del primer Cuarteto clásico de Cuerdas de la Provincia de Buenos Aires.
Integrante de la Orquesta de Cámara de Morón.
Presidente del Comité de la Juventud Radical y varias veces secretario Convencional Provincial y candidato a Senador .
Cronista musical de los diarios porteños "Tribuna Libre" y "Nueva palabra".
Socio activo de la Entidad Literaria " Autores Asociados".
Columnista del Periódico "El Cóndor de Morón".
Miembro de la Jun ta Honoraria de Estudios Históricos de Morón.
Miembro del Círculo Regional de Prensa.
Socio fundador de S.A.D.E. (filial del oeste bonaerense)..
Autor del Libro "Relatos Moronenses" (1974).

Se dijo con justa razón que el Dr. Adolfo Speratti, fue pasado, es presente y será futuro ya que en el verbo de la vida mantiene una vigencia tal, como pocos casos en la historia de nuestra hoy gran ciudad.

El Doctor Adolfo Speratti, en su libro "Relatos Moronenses" publicado en 1974 manifestó lo siguiente: "El fundador de nuestro Morón no es ni siquiera una persona física aunque su primer Bautista algún día pronunciara su nombre mientras levantaba el primer mangrullo en su más osada loma. Este hecho concreto que alguna vez ocurrió no fue más que la condensación muy distante del lugar de origen de un estremecimiento colectivo de amor que los núcleos vitales de larga data distribuyen en lo más recóndito del corazón de sus hijos inadvertidamente, como un súcubo para engendrarles la indeleble nostalgia del terruño.

Todos los que intentaron indagar el origen de su nombre coinciden en que similitud geográfica de la zona produjo en hondas resonancias, el recuerdo del Morón andaluz traído en el alma de aquellos pertinaces y broncos soñadores alucinados por la gran aventura.

Nuestro Morón no fue fundado por persona física alguna y mucho menos por el impertinente señorío de algún apellido sin heráldica.

Nuestro Morón fue fundado para avistar al indio primero y cambiar caballos después en el viaje a Luján, trampolín de audaces travesías.

Fue fundado por algo más que esa vana búsqueda de concreciones o documentos que la historia no registró porque pasó distraída ante su humildísima cuna.

No siempre la historia en su búsqneda de claridad consiste en revolver arcones. A los quisquillosos pormenores de Herodoto prefiero las abstracciones de Tucídides primero y de Polibio más tarde.

Nuestro Morón fue designado con todos los honores de una procedencia multisecular. La fundación de nuestro Morón no ha menester de actas porque es un hecho parapsicológico. Es una transferencia.

D. ADOLFO FARIAS ALEM

Nació en la ciudad de Tandil, la hermosa y veraniega población del Sur de la Provincia de Buenos Aires, a fines del siglo pasado y más precisamente el 8 de setiembre de 1893.

Falleció en Morón el 28 de setiembre de 1981. Sus familiares se trasladaron a Morón en el año 1900.

Sus estudios primarios los realizó en la Escuela Fiscal N° 1 de Morón y los secundarios en el Colegio Nacional del Instituto de Enseñanza Secundaria de la Capital Federal.

Fue redactor del Periódico "La Acción" dirigido por don Gervasio Pavón.

Delegado de la reorganización radical del año 1915 de la Provincia de Buenos Aires.

Miembro del comité antipersonalista de la Provincia de Buenos Aires.

Integrante de Radio Cultura, cuyo propietario era don Alberto de Barí.

Gerente de la Revista "La Cita".

Secretario Municipal de Morón en 1923/1924.

Fundador del Periódico local "Reacción" y luego "Radicalismo".

Participa en la organización del Diario "Nuestra Palabra" del nacional Dr. Ernesto Sanmartino.

Fundador en el año 1943 del Periódico "La Acción".

Presidente del Círculo de Escritores y Periodistas del Oeste "CEPO".

Miembro integrante de la Comisión de la Escuela Normal Popular .

Participó en la fundación de la actual Biblioteca Municipal "Sarmiento".

Organizó en 1948 los primeros juegos Florales de Morón.

Fundó en el año 1949 la actual Comisión de Cultura de Morón.

Primer presidente y fundador del "Círculo Regional de Prensa".

Concretó la primera "Guía Informativa de Morón".

Presidente de la Junta Honoraria de Estudios Históricos de Morón.

Don Adolfo Farías Alem fue un gran ciudadano que dio a Morón mucho más que sus propios hijos. Servidor fiel de las instituciones y democracia.

Se lo distinguió como consumado artífice de la oratoria y trabajó con pasión por la libertad, el derecho, el periodismo y la cultura. Adolfo Farías Alem escapa, como otros grandes hombres de Morón, a todo partidismo de cualquier índole para convertirse en figura representativa y perenne del Partido de Morón.

Murió en la modestia de los grandes hombres pero dejó el recuerdo de la riqueza de sus virtudes.

Don Adolfo Farías Alem, prestigioso periodista de Morón, publicaba, en su Guía Informativa de Morón, correspondiente a los años 1962/63, lo que a continuación se transcribe: "Son varias las hipótesis difurididas sobre los orígenes del nombre Morón. Una insinúa que sus tierras podrían tener relación con las que poseía Ana Inés Morón, hija de Diego de Morón, capitán de los tercios de Flandes, que contrajo nupcias con Isabel Torres en la Catedral de Buenos Aires. Otra que doña Petrona Peña de Aguilar, habría donado a los Jesuitas las parcelas que hoy constituyen el centro de nuestra ciudad y que como acostumbraba festejar su cumpleaños el día de San Pedro de Morón, en reconocimiento, aquellos de la donación bautizaron el lugar con el nombre del santo. Y la más popular de todas, que obedecería el nombre a la configuración geográfica de la zona, cubierta de "morones", cuyo significado etimológico es el de "montecillos de tierra".

Desde el opúsculo del escribano don Eusebio Giménez hasta el libro "en el orden religioso" de monseñor Juan Antonio Presas, cura párroco de Morón, se ha escrito mucho, pero el enigma del nombre de Morón no ha sido revelado. La verdad, lo único cierto, es que el nombre de nuestro hoy populoso Partido, continúa dentro de la órbita de la Leyenda.

PROFESOR LUIS RICARDO FURLAN

Nació en la Capital Federal el 15 de noviembre de 1928.

Escritor, Periodista y Conferencista de fecunda y exitosa labor.

Entre sus numerosos libros publicados merecen citarse: "Deslinde del tiempo y del ángel"; "Panorama de la Poesía Bonaerense"; "Elías Cartena y el Pago de la Matanza"; "El laurel y el átomo"; "Poesía Lunfarda" y "Guitarra Sola".

Esta significativa producci6n se vio engalanada con los siguientes premios: "Provincial de Poesía"; "Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores S.A.D.E."; "Gran Premio de Honor" Almafuerte S.E.P."; "internacional Rubén Darío de la O.E.A."; y "Municipal de Poesía de la Capital Federal".

Fueron numerosos los cargos y funciones cumplidas en su trayectoria y nos place recordar algunos de ellos:

-Miembro de Número de la Academia Porteña del Lunfardo.

- Director de la Escuela Superior de Periodismo "Ntra. Sra. del Buen Viaje".

-Miembro de la J unta Honoraria de Estudios Históricos de Morón.

-Miembro de la Junta Honóraria de Estudios Históricos de 3 dé febrero.

El profesor Luis Ricardo Furlan ha participado también en innumerables actos culturales, resaltando con su modesta figura y su fina personalidad, todo tipo de acto académico o intelectual. Su vigencia sigue siendo constante y permanente.

Dijo el profesor Luis Ricardo Furlan en conferencias pronunciadas en la Biblioteca Pública Central de la Provincia de Buenos Aires y en el Museo Municipal de Morón y publicadas en el Boletín de la Junta Honoraria de Estudios Históricos de Morón, lo siguiente: "Toda historia comienza por el principio. Y en el inicio, fue don Hernando Arias de Saavedra, militar y explorador español, acompañante predilecto de Juan de Garay y de Torres de Vera y Aragón, y primer gobernante natural de las tierras del Río de la Plata, quien estableció hacia el año 1600 un fortín para vigilar a los indígenas que continuamente asediaban a la ciudad.

Los belicosos guaraníes vieron levantar ante sí la frágil fortaleza y no pocos decidieron amistarse a los soldados españoles ayudándoles a construir sus casas de quircha y paja, mientras ellos acampaban en el abajón de la cañada que desde entonces lleva el nombre de Morón.

Edificado sobre nueve manzanas de tierra que en 1770, donó don José Escalada y en donde los escasos pobladores se distribuyeron arbitrariamente, Morón recién fue delineado hacia el año 1834 por el agrimensor Saturnino Salas, cumpliendo instrucciones del gobierno del General Martín Rodríguez, éjido que cumplió en 1859 Pedro Benoit y cuya existencia como Partido data de 1801.

Como la religión era una de las armas con que los conquistadores atraían a los indios buscando civilizarlos, fue habilitada en 1769 una iglesia sólidamente construida en terrenos casi deshabitados. Según consta en los libros de la Parroquia, esta comenzó a funcionar el 6 de febrero de 1770. Se recuerda que en su capilla oró el 16 de enero de 1825 el Papa Pío IX, entonces canónigo Juan Mariano Ferrete, acompañando en viaje a Chile al nuncio apostólico monseñor clemente Mussi, cuya narración escrita fue luego traducida por Sarmiento".

PROFESOR ]ORGE DANIEL THEVENIN

Se ha desempeñado en la docencia nacional y provincial, primaria y secundaria, alcanzando la jerarquía de Inspector Jefe de Zona.

Es autor de cuatro obras de carácter didáctico y ha dictado numerosos cursos y conferencias sobre su especialidad y sobre temas históricos y sociales.

Fue Rector del Colegio A.U.P.I. de Ituzaingó y Regente en el Instituto Inmaculado de Castelar.

Realizo numerosos murales en Escuelas de Morón, Navarro, Marcos Paz, Las Heras y La Matanza.

Ha incursionado en el periodismo, colaborando en varias publicaciones, especialmente en el periódico local "La Ciudad".

Desde 1967 hasta 1973 ocupó el cargo de Director General de Cultura de la Municipalidad de Morón. Bajo su gestión y por su iniciativa se formó la primera Comisión.

Fundó la Federación de Cooperadoras Escolares. del Distrito de Morón, como así también creó el Instituto del Niño.

Hizo editar numerosas publicaciones tales como "Motón, sus artes, sus letras"; "Historia Ilustrada de Morón {1600-1900)"; "Horizontes", etc. etc.

Colaboró con la "Agrupación Sinfónica de. Morón", "La Comisión de Cultura de Morón", "La Asociación Guitarrística de Morón", "La Escuela de Danzas", "La Biblioteca Sarmiento".

Fue profesor de maestros y maestro de profesores.

Fue fundador de "Autores Asociados" y partícipe de su primer libro ."Un pueblo...su gente".

Un 5 de marzo nos dejó el profesor Jorge Daniel Thévenin. Un ejemplar hombre dedicado a la docencia y a la cultura en todas sus manifestaciones. Vivió y murió pensando en la escuela.

El profesor Jorge Daniel Thévenin con el asesoramiento del Rvdo. P. Juan A. Presas y la revisión de Edgardo Coria de la Junta de Estudios Históricos de Morón, ponía el siguiente texto en la Historia Ilustrada de Morón (1600 a 1900) publicada en el año 1972.

"Allá por 1600, año en que se inicia esta historia, el lugar que hoy habitamos, estaba ocupado por los querandíes, relativamente pacíficos que recorrían las extensas llanuras de las que eran dueños y señores. En frente, en la otra orilla del Paraná, vivían los guaraníes y los charrúas y hacia el norte los puelches. Pero cuando a aquellos se sumaron los araucanos, bravos, indómitos luchadores, todos se empaparon de su espíritu guerrero y entonces la situación de los conquistadores se hizo muy difícil.

Mientras se luchaba con los indígenas se acometía la expansión distribuyéndose tierras de diferentes extensiones, según los méritos de los favoritos. Don Juan de Garay hace entrega de 400 varas en las proximidades de la segunda Buenos Aires a Don Juan Ruiz y también su esposa, doña Bernardina Guerra de Ruiz, recibe, como regalo de bodas, una extensión de tierras.

Parece ser que esas tierras estaban más allá del río Luján, pero en 1583, don Juan Ruiz sostuvo, a 4 leguas de Buenos Aires a orillas de un arroyo, un encuentro con el cacique Telemonian Condié al que venció.

¿Dónde tuvo lugar la lucha? Muy posiblemente, muchos de nosotros las hemos recorrido. Claro, nuestros ojos las han visto muy distintas a las de aquellos lejanos días...¿Quién no recuerda el Arroyo Morón ? ¿Quién no conoce la Avenida Juan Ruiz? Pues allí fue y más adelante se levantó el primer fortín en el camino hacia el oeste. Lo rodeaba la pampa inmensa y silenciosa, llena de misterio...

No resulta aventurado afirmar que el buen Hernandarias, criollo y visionario, levantara cerca de nuestra ciudad, ese fortín para defender a sus pobladores.

Desde el rústico mangrullo se veía la pampa sin límites.

Este fortín, como los de La Matanza y Lobos, entre otros, resistieron muchos combates de los indígenas empeñados en destruir todo lo que se opusiera a su dominio...Lentamente con muchos sacrificios y trabajo, la civilización fue avanzando y estableciéndose hacia las "afueras" y llegó el trigo "de los mejores del mundo, sobre todo si es de la Cañada de Morón" al decir allá por el año 1797.

La Virgen ya tenía su oratorio en un humilde ranchito, entre la actual Catedral y la vieja Cañada. Los Jesuitas cumplieron también, su misión apostólica.

La actual avenida Gaona, era el camino hacia el oeste.

El río se cruzaba por el puente Márquez. Allí se levantó una posada, 10 leguas de Buenos Aires.

Morón era un punto pequeño y humilde en la inmensidad de la llanura que sería con el tiempo, escenario de una gran provincia argentina.

D. EUSEBIO E. GIMENEZ

Nació en Mercedes de la Banda Oriental y según propias declaraciones Morón fue su segundo pueblo.

-Intendente Municipal de Morón (1896-1898).

-Comisionado Municipal de Morón (1899).

En el año 1912 donó el edificio para el funcionamiento de la Biblioteca Municipal "Domingo Faustino Sarmiento".

Realizó estudios de carácter Jurídico y de investigación histórica y son numerosos los libros y folletos que así lo atestiguan.

Sus virtudes personales y sus cualidades de acrisolada probidad en el ejercicio profesional de escribano público, fueron motivo de elogios y homenaje.

Cultor feliz y brillante en el campo de la oratoria y conferencia.

Su obra fue de progreso al frente de la Municipalidad de Morón.

Propulsor de cualquier iniciativa provechosa para el vecindario.

Fundador del club del Progreso de Morón, institución de gran predicamento.

Benefactor de los niños pobres de Morón a quienes obsequió con ropas y juguetes.

Falleció en 1933 a los 83 años de edad en la Capital Federal.
                                                                    .
Don Eusebio Giménez, en una conferencia pronunciada en el Teatro “Italia Una”, el 10 de julio de 1932, manifestó que se le dio el nombre de Morón porque en Andalucía hay un pueblo que lo lleva y los primeros pobladores eran oriundos de esa provincia española. Agrega Giménez que para establecer el fortín se buscó un morón, una altura estratégica, una colina como llamamos nosotros o un montecillo de tierra, como lo dice el diccionario de la lengua castellana.

DR. DIDIER VILLEGAS

- Director de la Biblioteca. Municipal de Morón "Domingo Faustino Sarmiento".

Espíritu selecto, culto, laborioso y emprendedor.

Fue por vocación natural un comentador eximio y un erudito en materia de producción bibliográfica.

Organizador, práctico y ejecutivo en constante esfuerzo para lograr que la Biblioteca confiada a sus afanes rinda el mayor beneficio para la comunidad.

Procuró obras, escritos, documentos, etc., producidos en Morón o relativos al Partido.

El 7 de diciembre de 1947, víspera de la Coronación Episcopal de Nuestra Señora del Buen Viaje, Patrona de Morón, dio en el Teatro Municipal de Morón una conferencia titulada "Los principios de la población de San Antonio del Camino" (Resumen del trabajo académico José Antonio Revello).                                                                                             

Se dijo de él que la orientación impuesta por el doctor Villegas a la Biblioteca Sarmiento, debería ser implantada en todos los establecimientos similares de los distintos distritos y Partidos de la Provincia de Buenos Aires.

El doctor Didier Villegas, uno de los directores de la Biblioteca local Domingo Faustino Sarmiento, dijo que Morón tomó su nombre, muy probablemente, de la estancia de don Pedro Morán, que se estableció en el paraje donde se produce la afluencia de La Cañada de Oliva y más tarde de Juan Ruiz (Arroyo Morón) en el río de las Conchas.

Con el correr de los años, Morán se habría transformado en Morón.

Además de una conferencia realizada en el Teatro Municipal el 7 de diciembre de 1947, titulada "Los principios de la población de San Antonio del Camino" exponía que cuando las Autoridades Eclesiásticas crean la Parroquia de La Matanza, al no existir en este lugar de la Cañada de Morón, templo alguno, deciden que interinamente sirva de Iglesia Parroquial, la Capilla de Nuestra Sra. del Camino, que Don Francisco de Merlo, había determinado darla a los frailes mercedarios. Cuenta el doctor Villegas la fundación de la Villa de San Antonio del Camino, y el número de sus habitantes y así dice que fue y sirvió ese lugar de Parroquia hasta en 1770 la Parroquia e Iglesia fue levantada en este sitio hoy: Morón.

DR. ERNESTO OCTAVIO PERALTA

- Nació en Montecarlo (Provincia de Misiones). A temprana edad se radicó en Buenos Aires. Se recibió de bachiller y posteriormente abogado en la Capital Federal.

Ejerció su profesión por más de 10 años, para luego dedicarse a la enseñanza.

Desempeñó los cargos de Vicerrector y Rector en un colegio secundario.

Se vinculó al Partido de Morón cuando ingresó al claustro docente de la Universidad de Morón, donde ocupó diversos puestos y funciones, destacándose el de Secretario de Asuntos Académicos.

Ama a la historia y dedica parte de su tiempo a escrutar el pasado.

Colaborador de numerosos órganos de prensa con artículos de indudable contenido y valía especialmente en el periódico de la Universidad de Morón.

Se ha desempeñado como Director de la Editorial de la mencionada Universidad y actualmente ocupa el cargo de Secretario Académico del Instituto de Técnicas Periciales de dicha casa de Altos Estudios.

El Doctor Ernesto Octavio Peralta, publicó en el año 1980, en el periódico de la Universidad, una serie de notas que tituló "Morón, Ayer" y de cuya primera parte extraemos lo siguiente: "Cuando los conquistadores españoles llegaron a lo que es hoy el territorio de la República Argentina, la margen derecha del Río de la Plata estaba habitada por los Indios querandíes. Morón sólo era un jirón de pampa, cubierta de tréboles y pajas bravas.

En 1580, Juan de Garay fundó Buenos Aires. Los alrededores de la nueva ciudad fueron repartidos entre los primeros pobladores, el lugar adonde se levantaría Morón se entregó a Juan Ruiz, natural de Asunción del Paraguay.

Por el 1600, Hernando Arias de Saavedra, primer gobernador criollo del Río de la Plata, para defender a Buenos Aires del ataque de los indios, hizo erigir un fortín en la suerte de Juan Ruiz. De esta construcción perdida en el recuerdo sólo queda su representación en el Escudo de la Universidad de Morón.

La chacra de Morón perteneció a los descendientes de Juan Ruiz, hasta que Petrona de Piña y Aguilar, su tataranieta, muerta en 1742, la legó a la Compañía de Jesús.

Quince años después los padres la vendieron a Marcos de Alarcón.

En esa época Morón tenía posta y ermita. La una, porque era lugar de paso para quienes se dirigían a las ciudades del interior, Santiago o Lima. La otra, dedicada a Nuestra Señora del Buen Viaje, protectora de peregrinos y arrieros.

Petrona Ruiz de Bibancos, nieta de Juan Ruiz, había enajenado a Luis Ferreyra Feo, en 1681, una parte de su propiedad. A la muerte de éste, la compró Diego Martínez Tirado, quién en 1705, se la vendió a Isabel de Torres Brizeño, viuda de Diego Morón, capitán de infantería de la plaza de Buenos Aires.

Los hijos de Diego Morón tuvieron un molino harinero, pues era ésta tierra de pan llevar. El naturalista español Félix de Azara señaló, más tarde, que el trigo de la zona era de los mejores del mundo.

En la primera mitad del siglo XVIII, la gente comenzó a llamar Cañada de Morón a la que hasta entonces denominara de Juan Ruiz o de Oliva, por una familia que hasta 1726, fue propietaria del predio que en nuestros días ocupa el Colegio Militar de la Nación. El Capitán español, veterano de los tercios de Flandes, dejó su nombre a nuestra ciudad, pero su familia no conservó la chacra que, ya viuda, había adquirido Isabel de Torres Brizeño: en 1727; su hija María Josefa la vendió a José de Esquivel.

En 1730, el Cabildo Eclesiástico de Buenos Aires creó el Curato de La Matanza, que tuvo su sede en Merlo hasta 1776. En esta última fecha su asiento se trasladó a Morón".

PROF. BERNARDO FELIX LEVREY

Escritor costumbrista y descriptivo, inspirado en el más sano realismo y que piensa que la tradición es camino medio andado que orienta hacia el porvenir y que el amor a esa tradición es la razón de ser del sentimiento patrio.

Su obra que confirma lo antedicho "Memoria de la Ciudad de Haedo", editada en marzo de 1977, es un importante aporte a la historia grande de nuestro Partido de Morón.

Profesor Normal de Letras, egresado de la Escuela Normal de Profesores N° 2 "Mariano Acosta " de Buenos Aires.

En su carrera de docente cumplió funciones de Vicedirector y Director de Escuelas Primarias.

Preceptor de Escuelas de Adultos.

Profesor de Enseñanza Secundaria de Escuelas Nacionales de Comercio.

Secretario de la Dirección General de Enseñanza, Primaria del Ministerio de Educación de la Nación.

Integrante de diversas instituciones de bien público de Haedo.

Su obra, como dice él, es una contribución abierta para que otros la perfeccionen, la amplíen, sigan investigando y así dejar a las futuras generaciones un elemento integrante de la Historia Nacional, compendio de las parcialidades regionales.

El profesor Bernardo Félix Levrey en su libro, editado en marzo de 1979, bajo el título de "Memorias de la Ciudad de Haedo" al referirse a los "Pagos de Morón" manifiesta que los primeros pobladores de estas tierras fueron los indios querandíes que si bien eran relativamente pacíficos, al unirse con otras tribus serranas comenzaron las tropelías. Así transformados se los llamó pampas y actuaron al oeste y al sur de la Provincia de Buenos Aires.

Don Juan de Garay funda por segunda vez el 11 de junio de 1580 la ciudad de Buenos Aires y repartió tierras entre sus compañeros de ocupación.

Nacen así chacras y estancias. Una de esas lonjas repartidas 1a constituía la zona costera de la desembocadura y valle de los ríos Matanza, Luján y Las Conchas (hoy Reconquista). Juan Ruiz recibió tierras que daban frente ala Cañada que lleva su nombre (hoy Arroyo Morón) y que prevaleció hasta 1750. Entre 1730 y 1740 se llamó Cañada de Oliva, familia que tenía terrenos linderos. El fondo de esta chacra se perdía en la Matanza. Para ser mejor ubicada geográficamente, se estima desde la actual calle Agüero en Morón hasta la línea recta del ramal Haedo-San Justo, del ferrocarril. Otro de sus límites correspondería a la actual ruta 3.

La vieja estancia de Juan Ruiz al pasar de los años fue teniendo diversos dueños.

Así eran estos pagos de Morón. Toda la zona era campiña.

Una dilatada comarca sin mensura que se extendía como sábana verde que llegaba al horizonte.

El camino real que corresponde a la actual ruta 7 fue oficializado en 1663. Era en general el que utilizaban las carretas en sus viajes al, interior del país, haciendo su primera parada en la Posta de los Pagos de Morón. Estos pagos eran como las puertas de la pampa inmensa y llana, con tierras muy fértiles. Los primeros pobladores que se establecieron se dedicaron a la agricultura.

Al decir del Padre Presas la Posta de Morón era la de los adioses para los que partían y de las bienvenidas para los que regresaban.

D. CARLOS ALBERTO GAMBARO

Nació en la Capital Federal el 30 de agosto de 1945. Al año sus padres se trasladaron al Partido de Morón, realizando él desde ese entonces, todas sus actividades en el lugar: educación, actividades formativas, trabajo, etc.

Como educador se desempeñó en numerosas escuelas de nivel primario y secundario del Partido. Fue adjunto a la Secretaría Técnica de la Biblioteca Municipal de Morón y Director de la Biblioteca Central de la Universidad de Morón. En estos ámbitos y en otros repositorios documentales, realizó investigaciones relativas a la historia del Partido de Morón, llegando a formar parte como miembro, de la Junta de Estudios Históricos de Morón.

Como plástico, ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas, participando de certámenes locales y provinciales en los que obtuvo importantes premios.

Como periodista comenzó a trabajar como columnista en el Periódico Nueva Ciudad, de Castelar, llegando luego a ser Secretario de Redacción del mismo. Recientemente ocupó igual cargo en el Periódico Almafuerte.

Es autor de las obras: "Reseña para la Historia de Castelar" en colaboración con César ]aimes; "Morón, Sabía Ud. que..."; "Provincia de Buenos Aires: datos para su conocimiento primario" y "Partido de Morón, una pujante realidad", edición de la Municipalidad de Morón, para cuya redacción fuera contratado por Manrique Zago Editores. Posee un trabajo de investigación sobre Bartolomé Hidalgo primer poeta criollo del Río de la Plata, la que fuera solicitada reiteradamente como tema de conferencias.

El señor Carlos Gambaro, que fuera funcionario municipal con destino en la Biblioteca Sarmiento, se acredita los textos de una lujosa publicación de la Municipalidad de Morón, editada en el año 1981, bajo el título de "Partido de Morón, una pujante realidad". En dichos textos ya grandes rasgos dice lo siguiente: "Tal vez fuera Telemonián Condié quién enfervorizando su sangre aborigen, dependiera por primera vez, en este caso del Capitán don Juan Ruiz de Ocaña, a su subordinado del Vizcaíno don Juan de Garay, los predios que hoy forman el Partido de Morón. Ocurría a comienzos del año 1583, y del combate entre ambas fuerzas indígenas y españolas, se hace mención en forma vaga en todo documento histórico consultado. Es lo que queda en la memoria de los orígenes. Tres años habían transcurrido desde la Fundación de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires, y se deduce la localización geográfica del hecho de guerra a través de la cita del parte oficial correspondiente...ocurrido a unas cuatro leguas del Riachuelo de los Navíos arriba..."

Don Hernando Arias de Saavedra, apodado Hernandarias, primer gobernador criollo nacido en Asunción del Paraguay, intenta frenar el embate de los indígenas cada vez más prevenidos contra el invasor, y para defender el tránsito entre el Norte y el Puerto de Buenos Aires, hace construir un fortín -de avanzada en esta zona, del cual la tradición dice que posiblemente haya estado ubicado en la actual plaza del Libertador San Martín, frente a la Catedral-Basilica. Las bases para un futuro desarrollo local están dadas: existe un fortín. Junto a él la población inicial: los soldados que lo defienden.

Según dice la voz de la tradición existía un :pequeño oratorio consagrado a la veneración de la Madre de Dios, posiblemente ubicado en las cercanías del Arroyo Morón.

Corría el año 1680. Proveniente de Madrid llega a Buenos Aires el militar Don Diego de Morón que entra en la gobernación del Río de la plata para ocupar el cargo de Director del presidio. Ese mismo año contrae matrimonio con doña Isabel Torres Brizeño, criolla natural del lugar. El 8 de febrero de 1696 fallece don Diego en Buenos Aires quedando su cuerpo sepultado en el templo de Santo Domingo. De la estancia que Juan de Garay cediera graciosamente a don Juan Ruiz ya su esposa doña Bernardina Guerra, en oportunidad de sus bodas, la viuda de don Diego Morón adquiere en 1705 una chacra en la Cañada de Juan Ruiz, y según surge de los planos de su testamento dicha chacra estaría ubicada en el camino que conducía al Alto Perú y provincias interiores, desde la actual Avenida Gaona y el Arroyo Morón, poniéndose en terrenos de la Matanza. De este modo, desde el año 1705 en adelante, es que la zona comienza a denominarse y conocerse bajo la toponimia de "Pagos de Morón".

PROFESOR JORGE J. PUMIERE

Nació en la Ciudad de Buenos Aires, lugar donde cursó sus estudios.

Fue fundador de la Universidad de Campana y perteneció a ella dándole impulso durante 15 años de labor intensa.

Miembro del Congreso de la Academia Nacional de la. Historia en la Ciudad de Córdoba {1940).

Miembro integrante del Primer Congreso de la Historia de los Pueblos de la Provincia de Buenos Aires {Delegado por la Capital Federal).

Presidente de la Comisión Municipal de Campana sobre temas históricos de esa ciudad.

Presidente del Consejo Escolar del Municipio de Campana.

Miembro de Honor del Instituto de Cultura Histórica otorgado por la Federación de Entidades Científicas de París.

Su tarea como historiador es copiosa e importante. Mencionaremos sus obras principales:

1938 -"Orígenes de Campana hasta la Creación del Partido" {Editado por el Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires) .

1940- "La primera Escuela de Campana".

1941 -"Hombres y cosas de nuestro pasado".

1942- "Historia de la Biblioteca Pública de Campana".

1943- "La Athaona de Borbón" {Primer Molino Harinero de Campana).

1962 -"Historia de Adrogué" {Premio del concurso del Archivo histórico de la Provincia de Buenos Aires )

"Historia de Lanús" {mención especial).

"Historia de las refinerías de petróleo del país".

1971- "Historia de la Ciudad de Hurlingham".

Jorge J. Pumiere falleció en la ciudad de Campana, localidad a la que le dio lo mejor de su producción literaria.

Don Jorge J. Pumiere, autor en el año 1971 de la "Historia de Hurlingham", al referirse al pueblo y partido de Morón dice: las tierras del partido de Morón fueron colonizadas a partir de la fundación de Buenos Aires efectuada por Don Juan de Garay en 1580 y, desde entonces, formaron parte del pago de las Conchas, conocido con ese nombre desde principios del Siglo XVII, y que comprendía las tierras bañadas por el río de ese nombre y sus afluentes.

 Tal pago quedó repartido el 23 de octubre de 1730 en tres curatos erigidos en esa fecha, el de la Costa o Monte Grande, el de Luján y el de La Matanza y parte de las Conchas.

Dentro de este último Curato, se han formado varios de los partidos que hoy constituyen parte de la Provincia, siendo uno de estos el de Morón.

Primeramente Morón fue un fortín establecido por Hernandarias en el año 1600 para vigilar las tribus de indios salvajes que constantemente asediaban a la ciudad. Para establecer ese fortín se buscó un morón, una altura estratégica, una colina, o sea un montículo de tierra. Se le llamó también la "Guardia de Morón".

Posteriormente el incipiente pueblo que se formó en la jurisdicción del fortín, en los primeros años del siglo XIX, es llamado en muchos documentos como "Villa de Morón".

Data del año 1785 la existencia de Morón como Partido (Documento oficial de Geodesia dependiente del M.O.P. de la Provincia de Buenos Aires).

La Iglesia parroquial de Nuestra Señora del Buen Viaje, o de la Cañada de Morón, como también se la llamó, fue la célula inicial del Pueblo de Morón que se formaría en su torno.

Morón se caracterizó no solo por haber sido uno de los primeros colonizados después del reparto hecho en 1580 por Don Juan de Garay, sino también por haber sido la primera etapa en la búsqueda del camino que debía. unir la ciudad de Buenos Aires en el Perú y Chile pasando por las provincias del norte".

D. ROBERTO FARIAS ALEM

 Al igual que su hermano Adolfo nació en la ciudad de Tandil.

-Funcionario Público.

-Hombre culto, escritor y periodista.

Publicó algunos temas sobre Morón, especialmente en periódicos locales y en el Boletín de la Junta Honoraria de Estudios Históricos de Morón de la cual formó parte como miembro activo.

En el año 1936 editó: "Evocaciones Históricas" (La Cultura Colonial).

En 1939: "Viento Sur" (Relatos de la Patagonia).

Posteriormente publicó su obra más destacada "Alem y la Democracia Argentina".

En 1945 preparó una novela de carácter psicológico que llevaría el título de: "Vértigo" y un juicio crítico sobre "Las memorias del General Iriarte" que tendría por título "Los detractores de la Historia".

Realizó un "Ensayo sobre Leopoldo Lugones y su obra poética".

Falleció en la ciudad de Tigre.

El señor Roberto Farías Alem en ocasión de inaugurarse en el mes de setiembre de 1970, las sesiones de la Comisión Honoraria de Estudios Históricos de Morón, (Decreto N° 1267/70), leyó un discurso del cual extraemos lo siguiente: "La historia de Morón ha sido objeto de estudio por parte de inquietos vecinos del Partido y aún de entidades particulares dedicadas a la cultura. La Academia Nacional de la Historia promovió también la ejecución de monografías sobre la historia de los pueblos de la provincia de Buenos Aires. La iniciativa se concretó exitosamente en varios de ellos y tengo entendido que actualmente en Morón, un ciudadano hijo del lugar y miembro de esta Comisión dedica su tiempo, con ejemplar espíritu juvenil, no obstante sus maduros años, a la tarea siempre importante de completar la iconografía de todos los intendentes de Morón. Ese ciudadano se llama Ricardo Leandro de Pibot.

Asimismo, entre las instituciones de cultura de la localidad debe mencionarse al Club Morón, cuya comisión especializada abrió un concurso, señalan- como como tema principal "Antecedentes legendarios e históricos de Morón", como título adecuado para la investigación. Esto ocurrió en unos juegos florales realizados en el año 1948. Aún comprendida la crónica y la historia episódica parcializada, se realizaron esfuerzos realmente meritorios.

En julio de 1946, un hijo de Morón, el señor Gabino Bravo, escribe un libro que intitula: "Reseña Histórica del Partido de Morón". En el cita el nombre de un señor Morón, más precisamente, Don Diego Morón, llegado al país en 1681. En ese año se casa en la ciudad de Buenos Aires con la porteña Isabel Torres Briceño, con la cual tiene numerosa prole que se afinca en la zona. De ese patronímico podría derivarse el nombre del Partido. Hace poco Monseñor Presas nos hizo conocer en el Diario "La Nación " el fruto de sus investigaciones, señalando la posibilidad mencionada por Bravo. Circula asimismo un folleto, que en su momento tuvo amplia difusión, editado por su autor, el escribano Eusebio Giménez, en el que se citan investigaciones análogas tendientes a develar el misterio de este legendario pueblo de Morón.

Es posible que al mismo tiempo, don Juan Jorge Cadelago, vecino prestigioso de la localidad haya negado a algunas conclusiones que permanecen inéditas, sobre nuestros orígenes, en el afán muy justificable de saber de dónde venimos, que es el modo más seguro de saber quienes somos y adónde vamos. Por otra parte, la tradición oral asigna a Morón una antigüedad aún mayor a la que se supone. El señor Bravo así lo expresa y conjetura la posibilidad de que el gobernador Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias) estableciera aquí un destacamento, más conocido como fortín, el cual podría ser la célula inicial de esta antigua villa, para defensa de los ataques indígenas. Esa fecha muy anterior sería estimada en torno a la primera década del Siglo XVII, durante la incursión hacia la pampa del citado gobernador, cuya expedición se llevó a cabo entre los años 1608 a 1614. De todo esto desconocemos que exista documentación fehaciente que nos demuestre la evidencia de un hecho histórico.

Nosotros mismos, en ocasión de los juegos florales, citados precedentemente, nos ocupamos de la investigación, teniendo en cuenta como norte el hallazgo del primer título de propiedad a nombre de Morón y nos perdimos en los archivos de los tribunales, en penosa búsqueda, después de haber recorrido minuciosamente las Actas del extinguido Cabildo de Buenos Aires. En nuestras conclusiones llegamos a establecer, tal cual lo ha hecho Monseñor Presas, que el nombre de Morón derivaba de un patronímico.

Debe señalarse la sistemática porfía de Monseñor Presas en el hallazgo de los caminos que conducen a una fructuosa investigación. Pero la gran tarea debe ser afrontada en forma conjunta y coordinada, aunque parciales los logros, perfectamente ensamblados en la realización totalizadora de las distintas etapas. Monseñor Presas recurrió según su testimonio al rico yacimiento que es el Archivo General de la Nación, donde nos consta existe valiosa documentación relativa a nuestra ciudad.

CESAR JAIMES

Nació el 14 de abril de 1908 en la Capital Federal (Barrio Palermo) y se halla radicado en Castelar desde el año 1943.

Realizó estudios de pintura con el maestro Ernesto Scotti y de dibujo con Alfredo Pacello.

En el año 1960 efectuó una exposición de collages en el salón exposición de la antigua Casa Muro y el crítico de arte, don José de España, dijo entre otras cosas que: "César Jaimes artista múltiple -músico, pintor, cineasta- tiene exquisita sensibilidad para la organización del color".

Autor con Carlos A. Gámbaro de "Reseña de Castelar".

Colaborador de numerosos periódicos de la zona.

Miembro integrante de Entidades Sociales, Culturales y de Bien Público de Morón y Castelar.

Fundador del Círculo Regional de Prensa y de otras instituciones de carácter periodístico.

Don César Jaimes comienza su "Reseña de Castelar" de la siguiente manera:

Los Orígenes: Es nuestra obligación, como integrantes del gran Partido de Morón, recordar previa y sucintamente, aquellos hechos que lo ubican -dentro de la trayectoria de los partidos bonaerenses- en un lugar de gran privilegio, por sus antecedentes históricos, reveladores de un espíritu altamente patriótico, profundamente criollo y de honda raigambre nacional. Y nos sentimos orgullosos de integrar un partido, cuya antigüedad se remonta a principios del Siglo XVII, cuando el gobernador Hernando Arias de Saavedra dispone establecer un Campamento militar en la zona que hoy corresponde al centro de la ciudad de Morón, tomando aquella decisión ante los continuos ataques de los indígenas que poblaban los contornos, eligiéndose ese lugar por su altura y condiciones topográficas, que hacían más efectiva la instalación de esos fortines, destinados a defender la zona y sus habitantes.

Aquellos conglomerados defensivos pasaron, años más tarde, la línea de fortines entre los que figuraban: San Nicolás, San Antonio de Areco, Luján, Merlo, Magdalena, Morón y Río de la Plata, que delimitan "el desierto", zona de acción de los pampas, ranqueles y querandíes, dominios del famoso cacique Yaité. Permitieron además, la llegada y aposentamiento de familias colonizadoras, dedicadas a la agricultura ya la cría de ganado vacuno y caballar. Así fue que por estos pagos comenzaron a cumplir con sus rudas tareas, los llamados faenadores, gauderios, changadores y gauchos, quienes por su fortaleza y extraordinaria habilidad de jinetes, realizaban los trabajos vinculados con la ganadería, y por ende los relativos a cueros en general, una de las más importantes riquezas de entonces. Sabemos también por testimonio que hallara el historiador y presbítero Juan Antonio Presas, que el Virrey Pedro Zevallos señaló como al mejor, al trigo sembrado en esta jurisdicción, trigo que sin duda alguna fue el comienzo inaugural de nuestra riqueza agraria. En cuanto ala hacienda vacuna, basta señalar que en la Sesión del Cabildo del 12 de setiembre de 1757, se leyó una representación que hiciera el vecino Don Francisco de Merlo, en la cual manifiesta los perjuicios que causan, en las sementeras de trigo, las haciendas que con demasía, hay en las chacras de la Cañada de Morón...

Cabe destacar también, como muy importante tarea de nucleamiento social, la correspondiente a las actividades efectuadas por las órdenes religiosas. Y así nos encontramos con que el Cabildo Eclesiástico de Buenos Aires, al crear las Parroquias en el año 1730, dejó que cada uno venerase al Patrono de su devoción, y he aquí en la Capilla de Merlo se honraba a la denominada "Concepción del Camino", pero al mudar de sede la iglesia parroquial, se trasladó a la Cañada de Morón, modificando la segunda advocación, pasando a denominarse la Virgen del Buen Viaje. De tal manera los documentos eclesiásticos del año 1776, época de la fundación del Virreinato del Río de la Plata, mencionan ya la Parroquia de Nuestra Señora del Buen Viaje, como punto de reunión obligada de carretas, diligencias, volantas, chasques y viajeros en general, en sus andanzas por las primeras rutas que atravesaban la inmensidad de las pampas. En esa misma época y debido a que se establecieron correos fijos terrestres entre Buenos Aires, Chile y Perú, surgieron a la vera de esas rutas, las famosas postas que comenzaron a multiplicarse a fines del Siglo XVIII. Nuestras tierras fueron surcadas por correos y viajeros, debido a que la Cañada de Morón integraba el plantel de postas de dos rutas: a Perú y Chile (Cañada de Morón, Cañada de Escobar, Cañada de la Cruz, Areco, Chacras de Ayala, Arrecifes, Fontezuelas, Arroyo de Ramallo y Arroyo del Medio); y al Paraguay: (Las Conchas o Morón, Pilar, Cañada de la Cruz, Areco, Cañada Honda, Arroyo del Arrecife, San Pedro, Hermanas y Arroyo del Medio. Concolorcorvo da una idea del tiempo que empleaban estos correos al referirse a "los treinta y seis días en que pudiera negar una noticia de Lima a Buenos Aires, distante 942 leguas..."

Fue centro además, en el plano militar y en tal enfoque es importante destacar que en 1784 Morón, tenía junto con La Matanza 721 soldados de los cuales 200 marcharon a una expedición al Desierto, al mando del Comandante de Fronteras Don Francisco de Balcarce. No obstante la incipiente urbanización que se fuera dando con el tiempo, aún 37 años más tarde, nuestros pagos seguían delimitando la zona civilizada de aquella región bárbara, dominio de los querandíes. Tan es así que el 31 de marzo de 1821, al comenzar sus funciones el gobernador Don Martín Rodríguez y dividirse la zona de dominio blanco en tres Departamentos, el 2° Departamento, según el Decreto del 28 de diciembre de ese año, se extendía entre los ríos Matanza y Areco estableciendo una línea de frontera que pasaba por Lobos, Morón, Luján, Pilar, Navarro, Capilla del Señor, San Antonio de Areco y Fortín de Areco. De esta forma comprobamos que aún en esa época esta zona seguía siendo avanzada en el terreno indígena.

En esta escueta referencia sobre importantes hechos acaecidos en los pagos de nuestro Partido, no podemos dejar de recordar que, en las jornadas de la Reconquista, con motivo de las Invasiones Inglesas, el joven bizarro Juan Martín de Pueyrredón, con hombres gauchos llegados desde Luján y Pilar, se reunió en la casa del Dr. Valentín Gómez, cura entonces del lugar, y con otros argentinos de estos contornos dispuestos a la lucha, formó una división de ochocientos hombres de a caballo que salieron a pelear en las Chacras de Perdriel.

El Indio Primitivo habitante de esta zona: Desde un primer momento los conquistadores españoles, tuvieron que enfrentarse con las tribus que pululaban en los alrededores de Buenos Aires. No obstante que en primera instancia estos aborígenes fueron sometidos con relativa facilidad por Garay en 1580, los que habitaban en las cercanías del río de las Conchas y Luján, al sentirse condicionados a la voluntad del español que pretendía hacerlos trabajar en la labranza, se revelaron multiplicando los levantamientos y ataques contra las endebles urbanizaciones que comenzaban a surgir por estos pagos. Pero entre la variedad de tribus existentes dentro de la clasificación general de pampas, los querandíes, fueron de una belicosidad extraordinaria, y según afirma Francisco de Alfaro, en 1618 el territorio que ocupaban, se encontraba en los ríos,
Las Conchas y Luján. Esta suerte de inquietud producida por los indios se mantuvo hasta muchos años después; en tal sentido hemos podido extraer un dato que afirma que las aplastantes incursiones de los malones, recrudecía de tiempo en tiempo el temor en las poblaciones.

Justamente nuestras tierras fueron escenario de los preparativos de una tribu dirigida por un hijo del cacique Cangapol, que fuera reducido por el Maestre de Campo Juan de San Martín en Luján por el año 1738, el cual reaccionando a causa del exterminio de la tribu de su padre, preparó, repetimos, de este lado del Arroyo el ataque a la población de Morón, donde realizó un verdadero saqueo y destrucción continuándolo luego en La Matanza, Quilmes y Buenos Aires. En definitiva, podríamos afirmar que fue este condicionamiento principal que planteó la necesidad urgente de crear fortificaciones.

Don Luis M. Merlo Gómez en carta publicada en el diario "La Nación" de fecha 21 de mayo de 1983, y, refutando conceptos sobre un artículo publicado en dicho diario con fecha 5 de mayo del mismo año, por el Sr. Edgardo Aurelio Coria, expresa lo siguiente: "He leído con alguna reserva una incursión en la Historia de Morón. y de esa lectura se desprende que el fervor lugareño, a veces, enciende la imaginación. Y la historia y la fantasía se confunden en ameno divagar sobre un pasado que así pierde su verdad. Lo que hoy conocemos como ciudad y partido de Morón no se llamó nunca Villa de San Antonio del Camino, como asegura Coria. y tampoco parece verosímil que este Morón de hoy conociera días del año 1705, con mil almas como pobladores.

De la consulta a estudios históricos serios, como la "Reseña Histórica del Partido de las Conchas", de Enrique Udaondo, o como el erudito trabajo sobre "Los orígenes y .la fundación de la Villa de San Antonio del Camino", del no menos respetado José Torre Revello, no surgen constancias sobre la existencia de Morón, como no sea la referente a la Cañada de Ruiz, pero sólo como un bajío intransitable más que como una población.

De aquel "Lazarillo" de Concolorcorvo, publicado en 1773, podemos conocer como era la campaña circundante a Buenos Aires: "En el intermedio de Buenos Aires a Luján hay dos postas que hizo el administrador Manuel de Basavilbaso; la una que es la más común está ,al Oeste, que se llama de la Capilla de Merlo, y la otra, a la banda del Este, que llaman de las Conchas, por su riachuelo de este nombre, que baña mucho territorio", más adelante prosigue el autor informándonos que desde Buenos Aires hasta la Capilla, es campaña de pastos, infinidad de cardos..."

Vemos que no se nombra ningún lugar que pueda ser aquel Morón que estaría junto a la Cañad, de Ruiz.

"Esa Capilla u Oratorio de Merlo, por donde pasaban las carretas al Perú, ya existía probablemente en 1730, ya que en esa fecha el Cabildo Eclesiástico de Buenos Aires la nombra Parroquia del Pago de Matanza y de las Conchas, aclarándose entonces que será interina, porque no había otra y ésta era de propiedad privada. No es concebible pensar una villa del Siglo XVIII sin una iglesia o lugar santo. Así lo querían las leyes de Indias; si existía entonces Morón tenía que tener iglesia; sin iglesia no había poblado. El lugar donde aparece Morón dista más de dos leguas de todo esto. La partida de nacimiento no es la misma aunque nacen en el mismo pago.

Cuando la dominación de España en estas tierras, y hasta la Revolución de Mayo, la América colonial se regía por esa recopilación de Leyes de Indias. y una villa, para ser reconocida,.como tal, necesitaba la aprobación del Consejo de Sevilla. Si Morón tuvo vida poblacional en 1705, nadie, que sepa, autorizó su fundación. Tal vez por eso la ignoran tantos documentos y tantos autores, a pesar de que hubiera sido, en caso afirmativo la segunda ciudad del Río de la Plata.

Sin embargo, por ahora, la incursión en la historia de Morón, si bien muy interesante también, no parece ser tan rica como nos la relata el respetable vecino Coria.

El Rvdo. Padre Juan Presas, en carta enviada al Diario "La Nación", con fecha 31 de mayo de 1983 y con relación a la controversia histórica planteada entre los señores Edgardo Coria y Luis Merlo Gómez, manifiesta lo siguiente: "Los días 4 y 21 de mayo ppdo. publicó La Nación sendos artículos sobre Morón. Los dos dicen verdades, pero los dos requieren ajustes. No entramos en polémica, pero lástima que sus autores olvidaran las obras publicadas: "Nuestra Señora del Buen Viaje (Morón), y "Nuestra Señora del Camino" (Merlo 100 años de Historia).

Para ser breves, digamos que al estudiar las dos localidades de Morón y Merlo, hay que tener en cuenta que en un tiempo esos parajes denominados Matanza y Conchas, indistintamente, y el conocer tal problema resuelve muchas dificultades de preeminencias y antigüedad.

Para el caso presente, sepa el lector que la Villa de San Antonio del Camino fue fundada por don Francisco de Merlo y adquirió ese título en el año 1754.

Lamentablemente, como tal tuvo poca duración y así, a los diez años, el obispo de Buenos Aires, Manuel Antonio de la Torre, escribía al Rey de España que tal población era tan solo intencional e imaginaria.

Sin embargo, los de Morón estamos obligados a rendir homenaje, si no ala Villa hipotética, al famoso hospicio de Mercedarios ahí enclavado, pues tal lugar se convirtió en un centro de cultura, religiosidad y patriotismo para toda la zona oeste de la capital.

Morón-Centro, sólo comenzó a ser llamada Villa a principios del 1800, pero ya desde los tiempos de Juan Ruiz de Ocaña, la Cañada de Morón, llamada así desde los años 1700, fue haciéndose célebre y se pobló abundantemente, como atestiguan las fracciones y divisiones de terrenos de los catastros.

Pero el auge de Morón llegó a la cumbre cuando, en 1776, se instaló definitivamente en la zona la Iglesia Parroquial.

Desde aquellos días fue Morón, verdaderamente, el centro del Oeste".

Resumiendo: "Morón no conoce fecha de fundación. El lugar comenzó a poblarse desde los tiempos de don Juan de Garay. El primer hacendado de la zona fue el capitán Juan Ruiz de Ocaña y por ello la cañada y el arroyo tomó el nombre de Cañada de Juan Ruiz. A principios de 1600 Hernandarias levanta aquí sobre el morón, pequeña altura de tierra u fortín y e) lugar comienza a poblarse ya llamarse pago o aldea.

A comienzos de 1800 recibe el nombre de Villa y a principios de este siglo se la considera ciudad. Pero no existe decreto alguno de tales privilegios.

En el año 1970 y bajo la Intendencia del Coronel Alberto Hilario Romero Oneto, la Municipalidad de Morón editó un digesto municipal 1970 y en él se incluyó una "Reseña Histórica del Partido de Morón" cuya autoría se desconoce, pero no por ello, deja de tener vigencia ya que es indudablemente una publicación oficial.

"No es posible referirse a los orígenes de nuestro distrito y su pueblo cabecera sin mencionar al antiguo pago de las Conchas, conocido con ese nombre desde principios del Siglo XVII, y que comprendía las .tierras bañadas por el río de las Conchas y sus afluentes. Tal pago quedó repartido el 23 de octubre de 1730 en tres curatos erigidos en esa fecha, el de la Costa o Monte Grande, el de Luján y el de La Matanza y parte de las Conchas, asignándose a este último en la misma oportunidad, la fracción comprendida sobre la margen derecha del río de las Conchas, desde la "Cañada de Sotelo arriba" inclusive, hasta las nacientes de dicho río. Esta parte del pago de las Conchas no constituía sino una pequeña fracción del curato que integraba, pues éste comprendía también el pago de La Matanza, es decir , una vasta extensión situada al oeste del pago de la Magdalena, entre las nacientes del riachuelo de La Matanza y el Salado. Era límite entre los pagos de Magdalena y Matanza- una .línea que partiendo del expresado riachuelo al oeste de lo que hoy es Lomas de Zamora, encontrándose al Salado entre las lagunas dé Monte y Lobos.

Dentro del curato de La Matanza y parte de las Conchas se han formado varios de los partidos que hoy constituyen la Provincia, siendo uno de estos el de Morón y otro el de La Matanza, cuyo nombre recuerda la designación prístina.

En la misma fecha en que el curato fue erigido asignósele por iglesia interina la capilla que Francisco de Merlo poseía en terrenos que hoy ocupa el pueblo de Merlo, declarándose que allí funcionaría el curato hasta tanto los feligreses construyesen iglesia propia:, pues aquella estaba destinada "para un Hospicio de Misioneros de la orden de la Merced con todas las alajas que tiene".

Ello explica que transcurrido algunos años esa capilla dejara de ser centro de la parroquia y que ésta pasara a funcionar hacia 1769 en la nueva iglesia de Nuestra Señora del Buen Viaje edificada en terrenos que en la actualidad ocupa el pueblo cabecera del Partido junto a la cañada que ya por ese entonces era llamada "de Morón" y también de "Juan Ruiz".

Si bien desde la fundación del curato se designaron numerosos funcionarios de campaña para la administración de su distrito, y entre ellos varios alcaldes de hermandad, puede admitirse que recién en 1784 ese distrito quedó erigido en Partido, al instituirse permanentemente para su gobierno la autoridad típica de los partidos coloniales, es decir, la alcaldía de hermandad.

Desde dicho año fue práctica designar un alcalde para cada parroquia de la campaña bonaerense, y considerar partido de las parroquias administradas por una alcaldía. El curato de La Matanza y parte de las Conchas constituyó una excepción en ese sentido, pues en mérito de su gran extensión, resolviese designar dos de esos funcionarios para su gobierno, especificándose que uno de ellos se destinaba al territorio más inmediato a la iglesia de Nuestra Señora del Buen Viaje, y otro al paraje de las "chacras de Altolaguirre y Arguibel". Al primero se le llamó desde entonces alcalde "de Morón" o "de la cañada de Morón", por cuanto el centro de su distrito lo constituía dicha iglesia, y al otro "de La Matanza " o "de La Matanza y Pozos", por residir cerca del riachuelo de La Matanza y su afluente la cañada de los Pozos".

Desde el momento que ambas jurisdicciones constituían un mismo partido, se entendió y declaró reiteradamente que los dos alcaldes ejercerían sus funciones "promiscuamente", y que las designaciones de "La Matanza" y "Morón" no indicaban "distinción de Territorios sino de residencias". No obstante, exigencias de mejor administración impusieron con el correr del tiempo la delimitación de los territorios en que actuaban uno y otro, delimitación que fue convenida en 1812, en cuyo año se acordó que serviría de divisorio el camino llamado "de Burgos".

Como tal delimitación no fue absoluta, pues no quitó a los vecinos "la libertad de apelar en Cualesga, ocurrencia judicial al juez más inmediato consultando su comodidad como hasta allí", continuaron los litigios que entre los alcaldes de Morón y La Matanza se habían venido sucediendo desde 1784, hasta que al fin se terminó con esa confusa situación independizando en absoluto ambas jurisdicciones.

No se ha podido precisar la fecha en que ello fue resuelto, pero en cambio se pudo establecer que el 22 de enero de 1822, al nombrarse los primeros jueces de paz en la campaña de Buenos Aires -en sustitución de los últimos alcaldes de hermandad, suprimidos en 1821 juntamente con los cabildos que los designaban-, se elige uno para Morón y no se hace igual elección para La Matanza, y 15 días después, el 6 de febrero de 1822, se resolvió suprimir este último partido, es decir, la antigua jurisdicción de "La Matanza y Pozos", agregando su territorio a los juzgados inmediatos.

Resumiendo los datos expuestos, surge que desde 1784 existe un partido que comprende dos parajes, el de la Cañada de Morón y el de La Matanza, a cargo de dos alcaldes de hermandad. Cada uno de éstos, si bien actuaban preferentemente en el paraje para el que era designado, ejercía jurisdicción en todo el Partido. Al hacerse la división en 1812 entre las jurisdicciones de Morón y La Matanza se da un paso hacia la independencia de las mismas. Esa independencia, con respecto a Morón, fue absoluta desde una fecha comprendida entre 1815 y 1822.

La iglesia parroquial de Nuestra Señora del Buen Viaje o de la Cañada de Morón, como también se la llamó, fue la célula inicial del pueblo de Morón, que se formaría en su torno. La iglesia parroquial de campaña ha sido durante la época colonial y años inmediatos, casi siempre, el origen de un pueblo, y ello es muy explicable. Lugar de reunión del vecindario y registro civil para el mismo, era también el sitio donde se proclamaban los bandos de gobierno, y se analizaban [sic] las fiestas públicas, entre ellas; después de 1810, las que se celebraban conmemorando la revolución de Mayo.

En este caso como en muchos otros, medió también para la formación del pueblo la intervención de particulares propietarios de los terrenos inmediatos a la capilla.

Con respecto a los mismos, muchos de ellos primeros vecinos del pueblo, tienen su constancia en el archivo de la Dirección de Geodesia y Catastro de la Provincia.

Estos antecedentes permiten admitir que antes de 1780 se habían delineado alrededor de 10 manzanas y una plaza principal junto a la capilla, y que sus propietarios, que lo eran por herencia de Marcos Alarcón, o es de suponer, por compra a sus herederos o donación de éstos, estaban poblados en las mismas. El incipiente pueblito que formaban no contaba con más vecindario que ellos, y en los primeros años del siglo XIX es llamado en muchos documentos "Villa de Morón". La delineación de las manzanas de referencia se había realizado entre 1759 y el año expresado, pues al hacerse la venta a Alarcón sólo se menciona un terreno de chacra sin subdivisión alguna.

El 12 de marzo de 1859 el agrimensor Pedro Benoit presentó un proyecto de nueva traza del pueblo, con arreglo a la cual eran muy pocos los edificios que quedaban fuera de línea.

En fecha inmediata a la que acabamos de mencionar se inició en el partido el gobierno municipal. El 22 de noviembre de 1855 el Gobierno declaró que la primera comuna integrada por voluntad popular se instalaría el 27 de enero de 1856, y que estaría formada por los titulares Serapio Villegas, José M. Rodríguez, Cosme Gaviña y Fermín Rodríguez, y los suplentes Pedro Argain y José M. Ferreira.

Pocos años después, el 10 de agosto de 1865, el Gobierno declaró ejido del pueblo toda la superficie del partido.

Tal resolución fue adoptada luego de considerar una petición de la Municipalidad local en el mismo sentido, fundada en los hechos de que el éjido aún no había sido trazado y el Partido había quedado reducido a 4 o 5 leguas después de la segregación de Merlo; y asimismo, un informe del Departamento Topográfico en que manifestó que la declaración solicitada no haría más que sancionar una situación existente, desde que casi todas las tierras de Morón se destinaban a la

EL GALLO DE MORON

El pilar al Gallo, obra de Armando Armas, se inauguró el 11 de agosto de 1963 y lo bendijo el Obispo de Morón, Mons. Miguel Raspanti. El Comisionado Municipal, Cnel. Alberto Cabello, presente en el acto, abrió su discurso con el siguiente saludo, que se hizo famoso y simpático: "Señor Gallo de Morón".

Según la opinión de Mons. Juan Antonio Presas, expresada en su libro "Nuestra Señora del Buen Viaje (Morón)", ésta es la historia o leyenda del Gallo: "Cuantos vivimos aquí damos fe que en nuestra vida hemos oído hablar millares de veces del Gallo, si bien es cierto que cada. uno entiende la frase "como el Gallo de Morón" según su alcance o inventiva. Caída en olvido la leyenda española, para unos el Gallo de nuestro Morón es un político de barricada de fines del siglo pasado, para otros un célebre gaucho de los tiempos idos; quienes aseguran sea un temible bandolero, quienes un hábil Concejal de la Comuna; hay algunos que simplemente señalan tal ave de riña, otros lo entienden de una célebre personalidad, que dio forma a nuestro pueblo. Pero el origen de la verdad hay que buscarlo más lejos.

El juego de riñas de gallo fue en tiempos de la Colonia una de las diversiones más excitantes y favoritas de los paisanos del campo, pero lo. sangriento de esas riñas y la consiguiente excitación de los ánimos dieron motivo de que las autoridades lo reprimiesen y castigasen. Morón se .hizo famoso en ese juego tan fiero. A sabiendas o a ocultas de la autoridad, el pueblo jugaba y gustaba de las riñas de gallos; y hubo de ser en esos sangrientos lances, quizás comparando gallo con gallo, o bien celebrando nuestras aves por su valentía y fuerza, que alguien soltó la frase "como el Gallo de Morón", frase que enseguida halló eco entre el público, dando origen a una nueva modalidad del refrán español.

Como es natural las frases del pueblo no se estancan y así la frase "como el Gallo de Morón", pasó luego a ser aplicada a los bravos gauchos y criollos del lugar ya todo hombre jactancioso y pendenciero. Más aún, la frase a través del tiempo fue purificándose y aquilatándose mejor, y hoy día es proverbial que Gallo de Morón es todo aquel que se destaca por alguna virtud o prenda personal, sea de autoridad o valer de ciencia o experiencia, de poder o de fuerza, de gracia o de belleza, de educación o nobleza, de bondad o simpatía, de cultura o de arte, de hombría y rectitud.

Nuestro Gallo de Morón simboliza lo más descollante y bueno que tiene nuestra ciudad.

Según la anécdota el gallo español es desplumado. Pero el nuestro fue evocado con motivo de las riñas de esas aves, sin precisar la tradición andaluza; y lo pintan con plumas. Así en los programas y anuncios, en los salones y revistas, en los escaparates y clubes. Nuestro Gallo es de rico plumaje, soberbio y erguido, siempre alerta y gallardo. Es emblema de la prestancia, del arrojo, la tenacidad y perseverancia, señal de guardia y defensa, alegría de nuestra ciudad.

El doctor Adolfo Speratti, en su libro "Relatos Moronenses", dice lo siguiente: "Cuando era niño oía con frecuencia de labios de mi padre, criollo viejo, aquello de "no te hagas el loco porque vas a quedar sin plumas y cacareando para mejor ocasión como el Gallo de Morón, etc., etc..."
       
"El barrunto de que Morón tenía un gallo adherido y oculto en sus tradiciones ya era cosa aceptada desde antiguo. Nadie sabía por qué ni de qué".
      
 "Cuando visité España y más precisamente Morón de la Frontera, ciudad hermosa, conocí por primera vez el famoso "Gallo de Morón", pero distinto al nuestro que tiene plumas y es altivo y casi provocador".
       
"El Gallo de Morón de España no es un monumento a un animalito, es un monumento al federalismo español. Ese gallo desplumado, maltrecho y huyente traduce la inconmovible voluntad de sus hombres de dirimir sus conflictos sin permitir jamás la intromisión de los de afuera, así sea una aldea o la nación entera".
       
A mi regreso a Morón, preparé una conferencia y expresé los pormenores del viaje y exhibí un modelo del famoso Gallo leyendo su inscripción que dice: "Allá por el año 1500 se dividieron en dos bandos los vecinos de Morón, los nobles y los llanos capitaneados por sus respectivos alcaldes, enardeciéndose los ánimos y ambos grupos armados hasta los dientes libraban verdaderas batallas. La cancillería de Granada envió entonces como juez -de instrucción para poner orden en la Villa, aun sujeto con fama de matón y perdonavidas. Los moronenses cansados de sus insultos y bravatas terminadas siempre con la muletilla "Donde canta este gallo no canta otro", los dos bandos se pusieron de acuerdo y una noche lo sacaron al campo y después de dejarlo completamente desnudo le dieron una fenomenal paliza. Por dicho motivo se fue corriendo y gritando a campo traviesa a su pueblo, naciendo desde este momento el popular refrán: "Te vas a quedar como el Gallo de Morón sin plumas y cacareando en mejor ocasión".

Institución Trofeo "Gallo de Morón"

La Intendencia Municipal de Morón ha instituido por Decreto N° 2703, como emblema representativo, la figura del "Gallo de Morón" con el que la Comuna distinguirá a las personas, instituciones y organismos que se destaquen por una excepcional actuación en favor del bienestar social de la comunidad, o en apoyo de las manifestaciones de la ciencia, del arte o de la técnica.

En los considerandos del Decreto, se señala que el "Gallo de Morón" constituye para el sentimiento popular moronense un emblema de altivez, por cuando personifica hidalguía, coraje e intrepidez, que la grey católica lo ha eternizado en el bronce cuyo pilar monolítico se levanta en la Plaza del Libertador, frente a la Iglesia Catedral, ya que, "según la leyenda, el canto del gallo al amanecer anuncia la llegada a la hora de rendir culto al señor en la Misa; que instituciones del Partido, dedicadas a la enseñanza ya la cultura de los deportes, han adoptado el "Gallo de Morón" como emblema de bizarría, de del que hacen un culto de honor, por cuanto entraña arrogante tradición genuinamente moronense; que el "Gallo de Morón" ha traspuesto los límites del Partido para proyectarse en el ámbito nacional como esencia y elemento de un pueblo que es devoto admirador de su historia y de sus costumbres; que la Intendencia Municipal no puede permanecer indiferente frente a estos sentimientos tan respetables de la comunidad, tanto más que el "Gallo de Morón" representa su propia estimación por todo lo que su significación encierra. MUNICIPALIDAD DE MORON. 22 de julio de 1968.
     
La Comisión Especial creada por Decreto.N° 2703/68, para otorgar el emblema representativo de la figura del "Gallo de Morón:1" que por el Art. 1° del mismo, se instituye, como también. la medalla con la efigie del "Gallo de Morón", a que se refiere el Art. 1° del Decreto N° 3166/68, deberá observar lo siguiente:

1°) Serán acreedores al "Gallo de Morón" en forma de estatuilla:
     a) Las personas, instituciones y organismos que se hayan destacado por una excepcional actuación en favor d~1 bienestar social de la" comunidad.
     b) Las instituciones o personas que apoyen encomiablemente el avance de la ciencia, las artes y la técnica en su más variada expresión y prestigien el nombre del país.
     c) A las personas que por su acción descollante, sean profesionales o no, dignifiquen a la Argentina, y en modo especial a Morón, en el campo de la ciencia, el arte, la literatura y el deporte.
     d) Los programas televisivos, radiales o publicaciones que a juicio de la Comisión Asesora Ad-Hoc, reconozca el valor que los mismos poseen como medio cultural de irradiación.

2°) Serán merecedores de la medalla con la efigie del "Gallo de Morón":
     a) Las personas, instituciones o entidades que por su amplio y desinteresado apoyo a la acción comunal, merezcan el reconocimiento general.
     b) A las personas y entidades que por acto altruista o por el sacrificio que hacen de sus intereses en beneficio del prójimo.
     c) A personalidades que, por su investidura prestigien con su presencia al Municipio.
     d) A dirigentes de empresas o entidades culturales, sociales, deportivas, etc., que por su acción personal, honren al Partido de Morón.

3°) Tanto el "Gallo de Morón" en estatuilla, como la medalla con la efigie, podrán acordarse por expresa gestión de instituciones y organismos del Partido y siempre que estén fundados en hechos plenamente justificados y comprobados, previo informe de la Dirección de Cultura.

Morón, octubre 11 de 1968 Decreto N° 3166.
Cnel. Alberto Hilario Romero Oneto. Julio César Montiel. .
                                        

EL ESCUDO DE MORON

Ordenanza: N° 1038 del 2-7-1948.
Artículo 1°: Créase el Escudo de la Ciudad de Morón, en base al proyecto presentado a fojas 11 del expediente N° 10017.
Artículo 2°: Deróganse todas las ordenanzas que se opongan a la presente.
Artículo 3°: Comuníquese, etc.
        
El escudo dividido en dos cuarteles ostenta en la parte superior la imagen de la Virgen de la Concepción del Buen Viaje. Dos espigas de trigo se inclinan hacia la imagen en actitud reverente. Y es que en la jurisdicción de Morón apareció el primer sembrado de trigo, origen de los trigales de la República.
        
En el plano inferior una de las clásicas carretas tirada por tres yuntas de bueyes. Porque Morón era la primera posta que encontraban los viajeros que se dirigían a las provincias de arriba, pueblos de Chile y el Perú. En el escaso firmamento se ve la Cruz del Sur con la estrella índice apuntando hacia la imagen de la Virgen.
        
El escudo lleva debajo una leyenda latina que dice: "Surgit Morón et nos secum feert", que traducida es: "Morón surge y nos eleva", añadiendo el nombre de Morón, que significa pequeña altura y a toda su épica grandeza".
        
Es el único escudo municipal del país, que ostenta la efigie de la Virgen.
        
En 1948 se bendecía en el Palacio Municipal el escudo oficial de la ciudad de Morón. Su creación se debía al Padre Edmundo Vanini, su ejecución a la mano artista de Don José Montero Lacasa y su consagración como escudo del Partido al intendente Don César Albistur Villegas. El escudo luce en el magnífico hall de la Municipalidad; desde allí, desde ese trono donde se asienta, la Virgen del Buen Viaje rige los destinos de la Ciudad.

MORON

Partido de la Provincia de Buenos Aires, con una extensión de 129 km2. Forma parte del Gran Buenos Aires -850.000 habitantes.
     
Formaba parte del antiguo pago de las Conchas, que quedó repartido en 1730 entre curatos, el de la Costa o Monte Grande, el de Luján y el de La Matanza y parte de las Conchas. Dentro del curato de La Matanza se formaron varios Partidos, uno de ellos el de Morón. En 1769 en centro de la zona fue formado alrededor de la nueva iglesia de Nuestra Señora del Buen Viaje y junto a lo que ya entonces se llamaba Cañada de Morón o de Juan Ruiz.
     
En 1784 el distrito adquirió carácter formal con el nombramiento de un alcalde de hermandad. El territorio que re cayó en Don Juan Ignacio Rivas, que prestó juramento el 31 de enero de 1785, sufrió variedad de marcaciones y restricciones, separándose la Cañada de Morón y el paraje denominado de La Matanza en 1812. Toda la superficie del Partido, ha sido declarado éjido del pueblo, en 1870.
     
En 1855 fue realizado un trazo del pueblo por Pedro Benoit para ordenar su crecimiento. Por Ordenanza N° 5677. Decreto N° 1604/67 fue declarado día de Morón el 5 de octubre. Fecha en que se celebra la festividad de su Patrona principal, la Inmaculada Concepción del Buen Viaje. Es también el aniversario de la fundación del Partido y el de la declaración de Ciudad.
     
Con anterioridad el día de Morón era el 10 de noviembre, fecha también del aniversario de la fundación del Partido y de la declaración de la ciudad; y el 8 de diciembre "Día de la Patrona de Morón" Ordenanzas Nros. 2256/52 y 5200/65 respectivamente.

-Fue Posta y Fortín (1699).
-Fue villa de Morón (1850).
-Fue Pueblo de Morón hasta el 19 de octubre de 1932.
-Fue Pueblo de Seis de Setiembre hasta el 21 de octubre de 1936.
-Fue ciudad de Seis de Setiembre hasta el 13 de junio de 1946.
-Es Ciudad de Morón hasta la fecha.

Límites del Partido: Morón como Partido comienza propiamente en 1785.
     
Al Noroeste: Con el Partido de General Sarmiento y parte del Partido de Moreno, con los cuales el río Reconquista es el límite natural.
Al Noroeste: Con el Partido de Tres de Febrero.
Al Sudoeste: Con el Partido de Merlo.
Al Sudeste: Con el Partido de La Matanza.

Ciudades y Localidades que componen el Partido:

Morón, Castelar, Ituzaingó, Hurlingham, Santos Tesei, Haedo, Domingo Faustino Sarmiento, El Palomar y William Morris.


Calles límites del Partido:

Con el Partido de La Matanza: Don Juan Bosco, Fray Cayetano Rodríguez, Bernardino Rivadavia, Juan Chassaing, Gaona, Juan Bautista Azopardo, Dr. Saturnino Rivarola y Almirante Eduardo O'Connor .

Con el Partido de Tres de Febrero: General Eustaquio Antonio Díaz Vélez, Acayuasa, Perdriel, General Justo José 'de Urquiza y Combate de Pavón.

Con el Partido de Domingo Faustino Sarmiento: Río Reconquista.

Con el Partido de Moreno: Río Reconquista.

Con el Partido de Merlo: Coronel Rafael Hortiguera y Manuel Antonio Acevedo.

Calles límites de las ciudades y localidades:

Morón: Avda. Don Juan Bosco, General Juan Martín de Pueyrredón, General Guillermo, Rawson, La Rioja, Cañada de Juan Ruiz, Moisés Lebenshon, General Bartolomé Mitre, Bernardo de Irigoyen, Fray Justo Santa María de Oro, Límite VII Brigada Aérea de Morón (Marcelino Ugarte) y Comodoro Juan José Pierrestegui (hasta Don Juan Bosco).

Nota: En algunos planos digestos (1970) figuran erróneamente como límites las siguientes calles: Coronel Juan Arenas, General Tomás Guido, Presidente Santiago Derqui, Florencio Varela y límite con la Base Aérea "El Palomar",

La calle Coronel Juan Arenas, de Comodoro Juan José Pierrestegui a Don Juan Bosco, demarcaría un límite de referencia para ubicar la zona perteneciente a Rafael Castillo.

Castelar: Blas Parera, Santa Rosa, Avda. Gaona, Cañada de Juan Ruiz, La Rioja, Moisés Lebenshon, Bartolomé Mitre, Bernardo de Irigoyen, Fray Justo Santa María de Oro, Gdor. Marcelino Ugarte, Límite VII Brigada Aérea, Comodoro Juan José Pierrestegui (hasta Don Juan Bosco) y Coronel Rafael Hortiguera,

Nota: La calle Coronel Juan Arenas, de Blas Parera a Comodoro Pierrestegui, demandaría un límite de referencia para ubicar la zona de Merlo Gómez y Rafael Castillo. Dicha calle cruzaría imaginariamente también el centro de la VII Brigada Aérea de Morón.

En algunos mapas se dan como límites las calles General Tomás Guido, Don Juan Bosco y Ángel Pache, pero esto es erróneo.

Ituzaingó: Coronel Rafael Hortiguera, Manuel Antonio Acevedo, Río Reconquista; (Avda. Costanera), Las Cabañas, Avda. Santa Rosa y Blas Parera (hasta CotoneI Rafael Hortiguera).

Nota: Las calles comprendidas entre José María Paz, Martín Fierro, De la Tradición, Las Cabañas y Santa Rosa, demarcarían la zona denominada de Villa Udaondo.

Las calles comprendidas entre Coronel Juan B. Pringles, José María Paz, Martín Fierro, De la Tradición, límite del I.N. T .A." Río Reconquista, Manuel Antonio Acevedo y San Isidro hasta Coronel Juan B. Pringles, formarían la zona llamada Villa León.

Hurlingham: Río Reconquista, Combate de Pavón, Cañada de Juan Ruiz, Arroyo de Morón, Moisés Lebenshon, Temperley, Avda. Gaona y Las Cabañas (hasta el río Reconquista).

Nota: Las calles comprendidas entre Domingo Castagna, Gabriel de Aristizábal, El Ñandú y Las Cabañas, estarían comprendidas en la zona denominada de villa Udaondo.

El Palomar: Doidamia Palacios, Perdriel, General justo José de Urquiza, Combate de Pavón, Avda. Cañada de Juan Ruiz, Arroyo Morón, Temperley, Avda. Gaona, Presidente Santiago Derqui y Capitán Claudio Rosales (hasta Doidamia Palacios).

Haedo: Avda. General Juan Martín de Pueyrredón, Dr. Guillermo Rawson, Cañada de Juan Ruiz, Avda. Gaona, Presidente Derqui, Capitán Claudio Rosales, Lambaré, Dr. Luis Güemes, Avda. Bernardino Rivadavia, Fray Cayetano Rodríguez y Don Juan Bosco (hasta General Juan Martín de Pueyrredón).

Domingo Faustino Sarmiento: Doidamia Palacios, Perdriel, Acayuasa, General Eustaquio Antonio Díaz Vélez, Almirante Eduardo O'Connor, Dr. Saturnino Segurola, Juan Bautista Azopardo, Juan Chassaing, Avda. Bernardino Rivadavia, Dr. Luis Güemes y Capitán Claudio Rosales (hasta Doidamia Palacios).

Ciudad de Santos Tesei: Avda. Gaona, Avda. Gobernador Valentín Vergara, Dr. Ramón Santamarina, Avda. Cañada de Juan Ruiz, Cafayate, Vicente Camargo, Diego de Villarroel, Concepción Arenal, Avda. Gdor. Valentín Vergara, Coronel Pedro José Díaz, El Zorzal, Valencia, Desaguadero, José de Malarredo, El Zorzal, Gabriel de Aristizábal, El Ñandú, Las Cabañas.

William Morris: Las Cabañas, Sin Nombre, Fitz Roy, De la Tradición, Las Cabañas, El Ñandú, Gabriel de Aristizábal, El Zorzal, Malarredo, Desaguadero, El Zorzal, Cnel. Pedro Díaz, Génova, Valencia, Debussy, Cnel. Pedro Díaz, Márquez de Aviles, Avda. Gdor. Valentín Vergara, Paso Morales, Combate de Pavón, Río Reconquista.

Merlo Gómez: Don Bosco, Comodoro Juan José Pierrestegui, Cnel. Hortiguera, Fray Luis Beltrán, Blas Parera, Cnel. Arena.

Villa Udaondo: General José María Paz, Martín Fierro, De la Tradición, Las Cabañas, Santa Rosa.

Villa León: Cnél. Juan B. Pringles, San Isidro, Manuel A. Acevedo, Río Reconquista {Avda. Costanera), Las Cabañas, De la Tradición, Martín Fierro, José María Paz.

VIl BRIGADA AEREA

Dice la crónica de la época: los cielos de la patria son surcados por máquinas de la VII Brigada unidad de la Fuerza Aérea Argentina ubicada en Morón y que fuera creada el 9 de enero de 1950. Durante muchos años los habitantes de la zona la identificaron con aquellos veloces y eficiente Gloster Meteor, primeros aviones de reacción del país, que junto a los Moranne Saulnier cumplieron la difícil tarea de prepararse para defender el espacio aéreo. La VII Brigada recibió luego como dotación helicópteros de moderna concepción técnica. Con ellos desarrolla una tarea difícil y simultáneamente útil: el abasteciniiento antártico, realizado con aparatos Bell y Chimook, aviones sanitarios Merlín IV, desempeñan una labor polifuncional al ser utilizados en traslado de enfermos y heridos.
     
Esta Unidad, sensible a todas las manifestaciones de la comunidad, se interrelaciona con ella en una fecunda tarea de apoyo y promoción.

CASTELAR

La Ciudad de Castelar, declarada como tal por ley N° 7793 del mes de diciembre del año 1.971, forma parte del Gran Buenos Aires en su Zona Oeste.
     
Fue en sus comienzos un apeadero del ferrocarril conocido como "Kilómetro 22" y cuyo primer tren a vapor se detuvo el día 20 de diciembre de 1.913.
    
También se conoció el lugar como "El Chimborazo".
     
El doctor Estanislao S. Zeballos residía en la zona en una casa quinta denominada "Victoria Farm", y sus amigos y vecinos le sugieren que imponga su propio nombre a la nueva localidad. Zeballos se niega diciendo que a su juicio correspondía honrar al gran tribuno español D. Emilio Castelar. As í se hizo y a partir del 23 de diciembre de 1913 la localidad lleva tal nombre.

Diez años después, el 1° de mayo de 1923 el servicio ferroviario eléctrico llega a Castelar.
     
El progreso y la edificación hicieron desaparecer los antiguos parques y casas quintas entre las que se destacaban las familias de Udaondo, Leloir, Ayerza, Zeballos, Elizalde y Lértora.
                                   

D. EMILIO CASTELAR

Escritor, político y notabilísimo orador español. Conquistó su popularidad la primera vez que habló en público (1854); ganó por oposición la cátedra de Historia de España (1857) y en 1863 fundó su periódico "La Democracia", opuesto a la "Discusión " que. dirigía Pi y Margall. Su artículo "el rasgo" dio motivo a que le separasen de su cátedra y originó grandes disturbios. Tomó parte de la revolución de junio de 1866, reprimida por Serrano, teniendo que huir a Francia, de donde regresó después de la revolución de 1868. Fue el último presidente de la primera República española, y caída ésta, abandonó la dirección de su partido para entregarse a sus trabajos literarios e históricos. Entre sus principales obras merecen citarse Recuerdos de Italia, voluminosa Historia de Europa en el siglo XIX. La Civilización en los cinco primeros años del cristianismo; Ernesto; El suspiro del Moro; Ricardo; Historia de un corazón y la Hermana de Caridad.
   
Había nacido en Cádiz en 1832 y falleció en el año 1899.

LOMA VERDE

Pero muy cerca del entonces importante poblado conocido con el nombre de Cañada de Morón, y en dirección a la famosa Posta de Puente Márquez ubicada en el lugar de encuentro de lo que es hoy Avenida Gaona con el río Reconquista, muy cerca y casi podríamos decir, equidistante de ambos lugares, se levantaba una especie de suave colina cubierta de verde vegetación. Dicha colina albergaba, entre el camino viejo de Morón a Ituzaingó (hoy Avenida Inocencio Arias) y la calle que entonces llamaban "ancha" (hoy Avenida Gaona), una incipiente localidad cuyos primeros pobladores la denominaron Loma Verde. Aquella colina rodeada de pampas y vecina al arroyo, mostraba en sus tierras feraces como un anuncio de que allí podía asentarse el hombre, en la seguridad que algún día con su esfuerzo, podría convertirse en una fuente de riquezas. Y ahí se afincaron los que con justicia debemos llamar los primitivos habitantes, de los que muchos años después, iba a ser nuestra querida localidad de Castelar.

En ese lugar, un hombre tocado por la gloria, le dio sentido histórico, gaucho y patriótico a la localidad. Porque allí vivió, alternando con numerosos vecinos de estirpe criolla, un gran patriota rioplatense, quien desde Uruguay había venido a luchar en estas tierras, él también por la Independencia Argentina. Nos referimos al poeta Bartolomé Hidalgo, considerado por eminentes investigadores, como el primer poeta criollo del Río de la Plata; autor y cantor de cielitos patrióticos, en estilo gaucho.

Había llegado a Buenos Aires en 1818, momentos en que su tierra era invadida por los portugueses. Dos años después contrae matrimonio con Juana Cortina, buena compañera, callada testigo de la triste realidad, que sin saberlo, azotaba ya la vida de su esposo. Bartolomé Hidalgo carecía de bienes, vivía en la miseria y una grave enfermedad lo iba aniquilando paulatinamente.

Pero ello no fue obstáculo para sus creaciones enfervorizadas de contenido patriótico y revolucionario. De ahí que podamos decir que, por estos caminos -hoy de Castelar- en alguna pulpería de las muchas que había en paso obligado, entre Loma Verde y la Cañada de Morón, Bartolomé Hidalgo cantaba con su guitarra y vendía las letras de sus cielitos, escritos con primorosa caligrafía por él mismo, en pequeñas hojas de cartulina. Y no faltaba quién las leyera en voz alta; o al escuchárselas a él, los divulgara hasta que los gauchos cantores del pago, los entonaran entusiasmados al compás de sus guitarras.

ITUZAINGO

Ciudad del Partido de Morón en la zona oeste y declarada como tal por Ley N° 6.931 del 12 de noviembre de 1964. Forma parte del denominado Gran Buenos Aires.

La actual extensión del pueblo de Ituzaingó perteneció, según el historiador P. Juan Presas, en el año 1754 a un Capitán Español, llamado Diego Rodríguez Flores, que las obtuvo por Real Cédula, por servicios prestados al Rey. Un nieto de aquel Faustino Rodríguez Flores, que las había heredado, las vendió en 1807 a Francisco Ponce de León, hombre de pro y de bienes, que era antiguo vecino de Morón. Extinguida la familia de Ponce de León apareció don Manuel Rodríguez Fragio, quién en 1863 inició gestiones para reivindicar derechos de los descendientes de los propietarios antes citados, alcanzando resolución judicial a su favor .

Don Manuel Rodríguez Fragio concibió la idea de fundar una población y a tal objeto propuso los correspondientes donativos y reservas fiscales. Su deseo era que se llamase el pueblo: Rodríguez, pero la propuesta fue desechada por las autoridades por existir ya en el Oeste la localidad de General Rodríguez,

Se optó designar a la nueva población con el nombre de Santa Rosa. Este nombre se debía, según tradición, a una vieja pulpería fundada por don Juan Arnalde, quien la vendió muchos años después a don Antonio Ferrando, cuyas respectivas esposas, por rara coincidencia, eran de nombre Rosa. La pulpería aquella había venido a ser un centro de población. El 24 de octubre de 1872 el Gobernador Mariano Acosta, siendo Ministro de Gobierno de la Provincia el doctor Federico Pinedo, daba a conocer un decreto, por el cual se aprobaban los planos de un nuevo pueblo con el nombre de Santa Rosa. Pero al año siguiente, al construirse la estación del ferrocarril, ésta recibió el nombre de Ituzaingó, nombre que andando el tiempo se hizo extensivo a la nueva localidad.

La pujanza de este pueblo fue sorprendente y de ello es indicio que ya en 1914 un tranvía a caballos unía .la estación de Ituzaingó con Villa Ariza, una de las barriadas más desarrolladas.

La célebre Posta de Pardo estuvo, situada en el trazado de Ituzaingó, en los campos linderos con el actual río Reconquista, y al sur del camino, de Gaona se libró la batalla de Puente Márquez entre las fuerzas de los generales Lavalle y Rosas.

BATALLA DE ITUZAINGO

El general Carlos María de Alvear es designado para comandar las fuerzas que combatían contra los imperiales.

Ese ejército, que ha logrado reunir ocho mil hombres, vence en Ituzaingó el 20 de febrero de 1827 a las fuerzas brasileñas (la batalla que los imperiales llamarán al Paso de Rosario). El ímpetu de las cerradas cargas de caballería fue el factor decisivo. Pero ese instrumento de guerra, preparado por seis meses de paciente adiestramiento, sobrevive dificultosamente a su victoria. Alvear es impopular entre oficiales y tropas; la falta de persecución eficaz del. enemigo luego de la batalla de Ituzaingó le será acremente reprochada mientras las deserciones comienzan a corroer la estructura del ejército.

Seis meses después de Ituzaingó las tropas nacionales han perdido terreno frente a las imperiales y un equilibrio difícil de romper se instala en el frente terrestre.

BATALLA DE PUENTE MÁRQUEZ

La patria entró en armas. Las luchas intestinas la de sangran. Para valerosos jefes, heroicos soldados. El general Juan Galo Lavalle ha recorrido América entera poniendo su sable al servicio de la libertad del continente. Ahora, comandando las huestes unitarias se instala en las cercanías del Puente Márquez (sobre la actual avenida Gaona y río Reconquista). Viene dispuesto a enfrentar a los caudillos don Estanislao López, Gobernador de Santa Fe ya don Juan Manuel de Rosas, Gobernador de Buenos Aires, enarbolando ambos las banderas del federalismo. El 26 de abril de 1829 se enfrentan en combate cruento y fratricida. La sangre vertida en el campo de batalla ha de abonar el futuro naciente de la patria. y de los campos .linderos al Puente Márquez, luego de largas horas de enfrentamiento. Lavalle se retira vencido, refugiándose en los Tapiales de Altolaguirre, que en aquel entonces pertenecían a don Francisco Ramos Mejía. La batalla de Puente Márquez es el hecho de guerra más relevante acaecido en el Partido de Morón en ese momento de la historia.

En el salón Mariano Moreno de la Municipalidad de Morón se encuentra una obra de don Emilio Centurión, que representa la batalla de Puente Márquez.

EL PUENTE DE MARQUEZ

En el año 1771 el Cabildo de la Ciudad de Buenos Aires autoriza a Pedro Márquez, terrateniente sobre el río de las Conchas, a construir un puente sobre ese río en el camino de Gaona. De él nos habla el austro-húngaro Tadeo Haneke en su "Viaje por el Virreinato del Río de la Plata" de 1794. A diez leguas de Luján, escribe, se encuentra el Puente de las Conchas, sólido y de buena madera y seis más allá la hermosa ciudad de Buenos Aires. Documentos de la época señalan como Posta a Puente Márquez.

De los hechos célebres dentro del actual Partido de Morón habrá que señalar el combate de Puente Márquez; hecho importante en nuestra Historia Argentina, pues ahí se jugaron los destinos de unitarios y federales del país.

En el año 1830, era la única vía de comunicación con el norte del país enlazando con el camino a Córdoba. Sirvió también como enlace con la histórica Posta de Pardo, lugar obligado como parada de todas las diligencias que hacían el primer alto en el camino para cambiar caballos y personal.

En definitiva el Puente de Márquez es el cruce del río Reconquista en la continuación de Gaona hacia Moreno. Pertenece al Partido de Morón, ciudad de Ituzaingó.

Por él cruzaron las tropas aliadas rumbo a la batalla de Caseros.

POSTA DE PARDO

Posta de diligencias del Partido de Morón de muy antigua data que cruzaba en el actual Puente de Márquez.

Estaba situada en el trazado de Ituzaingó en los campos linderos, con el actual río Reconquista.

VILLA UDAONDO

Localidad o región que indiscutiblemente pertenece al patrimonio de Ituzaingó y por ende al Partido de Morón.

La zona de referencia se extiende sobre los antiguos predios de la quinta de la familia Leloir, en una cuña de terreno comprendida entre la Avenida Gaona, la calle Las Cabañas y el río Reconquista.

El origen de la zona está relacionado a la denominación que hoy tiene una de las calles que determina sus límites: Las Cabañas. Efectivamente, la población comenzó a hacer mención de "aquella parte de las cabañas", refiriéndose al nucleamiento de establecimientos de interés agropecuario, dedicados a la cría y explotación de animales de raza Hereford y Jersey.

Los bosques del Parque Leloir son grandes y majestuosos y la zona posee un verdadero microclima, de especiales características. Esto se debe a su proximidad con el río Reconquista y con la Cañada de Soto, la añosa vegetación ", que lo puebla, es refugio seguro para el hábitat de numerosas especies de aves y de una extensa y diminuta fauna.

HAEDO

Ciudad integrante del Gran Buenos Aires perteneciente al Partido de Morón. Sus orígenes están ligados íntimamente al ferrocarril. Fue fundado cuando faltaban pocos años para que finalizara el siglo XIX.

Existían las estaciones Ramos Mejía y Morón, distantes entre sí unas dos leguas (8 km). Casi en la mitad estaba el ramal para transporte de cargas y hacienda Haedo-Mármol, que se construyó en el período de los presidentes Roca-Juárez Celman, destinado a unir la flamante capital de la Provincia con la línea general.

Era, por lo tanto, un punto neurálgico. Por ese motivo se resolvió fundar una nueva estación.

Cuando ésta fue realidad, inaugurada oficialmente el 1° de agosto de 1886, fecha que quedó como nacimiento y fundación del pueblo, ya existía una población distribuida en seis manzanas de casas dispersas cuyos moradores para trasladarse a Buenos Aires lo hacían desde Ramos Mejía.

En Haedo como en otras localidades se careció de actas documentadas y también de un determinado fundador, pero luego de varios años apareció como primer propulsor de la idea de autorizar la: formación del pueblo el senador Cornelio Romero, cosa que se efectivizó por Decreto Provincial del 30 de octubre de 1888. Esto no significa fundación de la localidad ya que tras esta autorización se procede a la fundación oficial el 11 de noviembre de 1889.

No obstante lo entendido resulta evidente que falta el dato preciso sobre la fecha de su creación.

Fue declarada ciudad por ley 6823 del 12 de noviembre de 1964 y desde que se ha dispuesto festejar su fundación, los actos recordatorios se realizan como homenaje a San Martín en cada aniversario de su muerte.

El nombre de Mariano José Haedo se le asignó por Decreto Provincial de fecha 26 de marzo de 1886.

Mariano José Haedo: Pocos datos biográficos han podido lograrse de quien tomó su nombre la estación del ferrocarril y el pueblo. Fue un importante empresario del ferrocarril provincial de Buenos Aires, que fuera luego Ferrocarril Oeste, cuando era compañía inglesa y por último Ferrocarril Domingo Faustino Sarmiento al ser nacionalizado. Desempeñó ese cargo directivo durante los años 1863 a 1866.

El 30 de abril de 1864 propuso al gobierno de la Provincia el plano de una nueva población entre Moreno y la Villa de Luján. Casi dos semanas después, el 12 de mayo, el Gobernador Don Mariano Saavedra, aprobó la creación del pueblo y de la estación que se denominó "General Rodríguez", en memoria del benemérito patriota.

Al realizarse el histórico viaje inicial del primer ferrocarril argentino entre Estación Parque y Floresta, Mariano José Haedo fue uno de los contados pasajeros que realizaron el trayecto. Por la actuación de Haedo una estación y pueblo del ferrocarril Sarmiento llevan su nombre.

DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO

Localidad del Gran Buenos Aires en el Partido de Morón. Se llamó originariamente Catanga, denominación de un arroyo que cruzaba la zona, luego, cuando comenzó la formación del pueblo tomó el nombre de Villa Progreso y desde 1911 cambió la denominación en homenaje al prócer sanjuanino. Ya en 1900 se creó la primera entidad comunal de fomento, la actual Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos y Cultura. En 1914 se procedió al entubamiento del arroyo Catanga, se instaló el alumbrado eléctrico y se dotó a la población de agua corriente. Cuenta con numerosas asociaciones deportivas, clubes sociales, etc. Es asiento del Colegio Ward y del Instituto de la Salud, inaugurado en el año 1958, con su Escuela Nacional de Salud.

Villa Sarmiento, partícipe silenciosa de la historia de Morón, es ejemplo materializado de las voluntades que se aunaron para lograr su grandeza.

Domingo Faustino Sarmiento

-Estadista, escritor y pedagogo argentino.
-Nació en la provincia de San Juan el 15 de febrero de 1811 y murió en Asunción del Paraguay el 11 de setiembre de 1888.
- Gobernador de San Juan.
-Ministro Plenipotenciario en Estados Unidos.
-Presidente de la República Argentina (1868).
-Fundador de la Escuela Militar y la Escuela Naval.
-Director de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires.
-Ministro del Interior .
-Obras: "Vida de Dominguito"; "Facundo o Civilización y Barbarie"; "Educación Popular"; "Recuerdos de Provincia", etc.

HURLiNGHAM

Ciudad del Partido de Morón, que fuera proclamada como tal por Ley 7074, Decreto N° 8.307 del 23 de setiembre de 1963, y que forma parte integrante del Gran Buenos Aires.

Su superficie abarca unas 4.890 hectáreas.

Sobre las márgenes del río Las Conchas (hoy Reconquista) del lado Este, existía una propiedad de don Domingo Lezcano. Un militar Domingo Morales las adquiere el 18 de setiembre de 1723, sin saber que su nombre pasaría a la historia local. Justamente en ese sector existía un paso que permitía vadear el río, facilitando así el cruce de las diligencias, de las tropas y del servicio de mensajerías. (Camino Real). Esta ruta fue acrecentando su importancia al punto de ser necesaria la construcción de un puente, lo cual se concreta el 15 de febrero de 1869.

Allá por los años 1860, se afinca en el lugar el italiano Nicolás Macchiavello y levanta los primeros ranchos. Edificó su casa de dos plantas llevando en su frontispicio el nombre de "El Santito".

Por ese mismo tiempo una firma de origen francés llamada "Lous Lawgevin y Cía" o "Languevin", instala un molino frente al Paso Morales, sobre la mano derecha del río Las Conchas. En 1880 se vendió el Molino a don Miguel Bancalari, segundo propietario del establecimiento y quién le dio mayor auge.

Años más tarde se abre ahí un almacén de ramos generales y cruza estas tierras el tranvía a caballo de los hermanos Lacroze.

La primera estación ferroviaria del lugar, denominada Pereyra, inaugura, el 4 de abril de 1888 una nueva etapa. Los coches de los hermanos Lacroze comenzaban su recorrido en la estación Medrano y ahora paraban en la estación Pereyra. La colectividad inglesa tiene así la oportunidad y en 1888 se funda el Hurlingham Club (6 de octubre). Tuvo la virtud este Club, no solo de determinar lo que constituiría el centro de la población, sino también la de dar nombre a la misma.

En el año 1891 se inaugura la estación Hurlingham del ferrocarril al Pacífico.

La designación de "Hurlingham club" fue tomada del Club de polo Londres Sport y tiene su origen en "Hurling", antiguo deporte parecido al "Hockey".

Cabe destacar, entre otros, las figuras de Juan Ravenscroff y Hugo Scott Robson como pi°.neros y fundadores.

La gravitación que el "Hurlingham Club" ha tenido sobre la historia del pueblo es notoria y honra esta sede a la colectividad británica, siendo muy numerosas las familias inglesas que se radicaron en la localidad en esos años de su fundación, dando al centro una fisonomía especial de región exótica.

PASO MORALES

Puente que cruza al río Reconquista en Campo de Mayo (Partido de Morón, ciudad de Hurlingham).

Los límites con San Isidro comenzaban en el punto de intersección del arroyo Maldonado con la Capital y desde ahí en una línea de arco abierto hasta lo que luego se llamó Paso Morales.


Debe su nombre al militar Domingo Morales propietario de las tierras del año 1723.

El puente se construyó el 15 de febrero de 1869 y permitió mayor circulación por el denominado Camino Real.

SANTOS TESEI

Ciudad del Partido de Morón, integrante del Gran Buenos Aires. Fue declarada Ciudad por Decreto Ley N° 8299 del 13 de diciembre de 1974.

Camino hacia el norte...más allá de Gaona, donde ya otro negocio -viejo negocio de los Cagnone, pionero en la zona- ya está establecido desde antes del siglo.

Vamos más arriba...allá donde uno se encuentra hoy con el 2200 de la Avenida Gobernador Vergara y la diagonal llamada Lerma. Hace muchos años atrás, quizá por 1917 en adelante, alzaba su figura de almacén de campo, la casa de comercio de don Santos Tesei.

Este popular boliche de don Santos Tesei, vaya a saber porqué se le endilgó el mote de "Chancho Negro".

Lo conocimos a don Santos Tesei cuando por primera vez se instaló en Morón. Había llegado desde su Italia natal y se instaló con un modesto negocio de despacho de bebidas en la calle San Martín (Mendoza) y Azcuénaga, frente a la herrería de los Tirolessi.

Allí comienza a cimentar con tesón y una voluntad encomiable, su prestigio y progreso.

Sin embargo, poco dura en el lugar, con visión del porvenir que le aguarda, compra el predio solitario y alejado -hoy Gobernador Vergara y Lerma- y allí, sí, reanuda en un nuevo negocio y bien surtido, lo que luego, en el tiempo será un mojón de recuerdo...su hito de fundador...su punto acotado en el mapa del Partido.

Son sus vecinos de entonces fuertes propietarios de tierras y quinteros, pero el basó sus posibilidades en sus modestos connacionales, casi todos hombres que trabajaban en las quintas. El fue para ellos amigo en primer término, luego: estafeta, financista, asesor desinteresado, traductor e intérprete para el joven recién llegado, y muchas cosas más para sus paisanos.

Podemos decir hoy que mucho del progreso edicilio, lento pero seguro de aquel lugar, fue factible por esa avanzada cordial que representó el Almacén de don Santos Tesei. Su presencia y figura aún hoy es recordada por muchos lugareños. Bajo, rosado, serio y atento a su negocio lleno de aquellos humildes y laboriosos italianos y Morón siempre lo recordará a través del Club, de las instituciones y del barrio, hoy ciudad, vinculados a su nombre.

WILLIAM MORRIS

Poeta, pintor y escritor de arte inglés, que dejó la pintura por la poesía. Entre sus poesías de esa forma elegante y armoniosa se cuentan: "La vida y la muerte de Jason"; "El Paraíso terrenal"; "La caída de los Nibelungos", etc. Mezclado al movimiento prerafaelista, contribuyó poderosamente a renovar el arte decorativo en Inglaterra (Las artes decorativas, su relación con la vida moderna, esperanzas y temores para el arte) y en cuanto a la cuestión social sintiose cada vez más atraído por ella y aún contribuyó a organizar una liga social democrática. Escribió "El día viene", y, en colaboración con Base "El Socialismo", su desenvolvimiento y sus consecuencias. Nació en 1834 y murió en 1896.

Localidad del Gran Buenos Aires perteneciente al Partido de Morón.

De acuerdo a las observaciones y trabajos realizados en el año 1866 por el intenieto Adolfo Sordeaux, referentes al nuevo plano y traza de Morón, y de cuya extracción de datos culminaron bajo la Presidencia Municipal del Dr. José María Casullo, podemos descubrir que el camino de la Villa de Morón hacia el paso Morales, tenía una desviación hacia el noroeste, que comenzaba a.la altura de la actual ciudad de Santos Tesei y reencontraba con el Paso mencionado, después de haberse recostado sobre el arroyo de Soto.

Este breve curso de agua era conocido con esa denominación, puesto que en esos lares vivía don Félix Soto.

Ya en 1932 el paraje presentaba un aspecto diferente. Los cinco tambos de la "Cabaña Tuyú " demandaban una actividad intensa, estando al frente de sus empleados doña Hortensia Aguirre de Leloir .Sus posteriores dueños de este territorio han quedado en el olvido: Ana Lugones, Antonio Cané, Alberto Beláustegui, etc. Sin embargo uno de ellos aportó su nombre para denominar aquel camino: don Pedro C. Díaz.

Sobre aquellos campos de la "Cabaña de Tuyú" se crea en la década del 40, el Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias, que en 1956 cambia su primer nombre por el de Instituto.

Tal vez en el aspecto edilicio William Morris sea hoy sólo una promesa. Tal vez los parámetros con tos que se ha comparado a esta zona hasta hace un tiempo, no hayan tenido en cuenta las posibilidades humanas que ofrece. Este desafío se ha comenzado a enfrentar con los hechos concretos que ya están a la vista de la comunidad.

EL PALOMAR

Ciudad del Gran Buenos Aires perteneciente al Partido de Morón, ubicada geográficamente al noroeste del mismo ya poco menos de 22 kilómetros de la Capital Federal.

La primera versión sobre los orígenes de la zona se remonta al siglo XVII época del gobernador Hernandarias, que otorgaba como merced terrenos a los vecinos. Se cuenta que en el año 1781 don Diego Cassero compró una chacra a la vera del río de las Conchas. Con el tiempo la zona se transforma y cuando Cassero protocoliza su testamento señala la propiedad y la existencia de un palomar separado de las casas. Para entonces patronímico itálico de su dueño se. ha deformado hasta tomar el nombre con que se lo conoce históricamente, es decir Caseros.

Pasó el tiempo y llegó un día que ante el asombro de unos pocos chacareros, se levantó una carpa, se alinearon sillas alrededor de un tablado improvisado, se colgaron banderines multicolores, musicó la bandita, y comenzaron a llegar interesados y curiosos. Era el remate de las tierras. Los rematadores fijaron ese día, acaso sin proponérselo, la verdadera fundación de "El Palomar". Fue el 8 de noviembre de 1910; y les cupo a Público Massini y Cía, la firma rematadora, el destino de concretarla.

Ese testigo de piedra que se llamó El Palomar dio origen, con el tiempo, al nombre de la localidad.

Fue declarada ciudad por Ley N° 8324 del año 1974.

EL PALOMAR DE CASEROS

El Palomar de Caseros o Cassero es, actualmente, monumento nacional. Lo constituye un edificio circular, especie de rotonda cerrada de gruesos muros a manera de anillos de sólida construcción, de un diámetro aproximado a los 30 metros y una altura de 16. La planta inferior muestra prolijamente alineadas una serie de puertas o mejor dicho, de pasos o aberturas hacia el interior. Una planta superior, de menor diámetro, muestra varios ventanales. La corona una torre similar con sus respectivas atalayas. Está emplazado sobre una loma, por otra parte, todo el terreno de la zona se caracteriza por ese suave enlomamiento y permite una amplia y dilatada visión de la cerámica y su contorno.

Después de varias transferencias, las tierras llegan a dominio de María Luisa y María Antonia Iraola, que en el año 1852 donan al gobierno nacional diez hectáreas con destino al Colegio Militar. En la donación, se incluía el palomar de Caseros, "reliquia histórica" -dice el documento- que por la tradición que representa, desean las donantes sea propiedad de la Nación.

LA BATALLA DE CASEROS
(versión 1 )

El ingreso del Palomar de Caseros a la historia grande del país ocurre con motivo de la batalla homónima, librada en su campo, el 3 de febrero de 1852.

Manuel Gálvéz, uno de los escritores más prolíficos y sinceros que ha tenido nuestra literatura, la describe sucinta y realmente en un párrafo de una de sus obras mejor documentadas. Dice Gálvez:

“la vanguardia de Urquiza está a las diez de la mañana en el Puente de Márquez. Rosas y Urquiza, los viejos amigos, van a encontrarse, frente a frente, en los campos de Caseros. Apenas se combate. El ejército de Urquiza son hordas de gauchos sin disciplina.

Solamente los brasileños constituyen un verdadero ejército. Urquiza no dirige la batalla. Cada jefe hace lo que quiere. El mismo, acto impropio de un general en jefe, carga al frente de su caballería entrerriana. Los brasileños, por su cuenta, salvan el desorden, apoderándose de la casa del Palomar. Solo Chilavert, el primer artillero de su tiempo, sigue peleando. Antes de las tres, todo ha concluido”.

En algunos párrafos del bolatinero del Ejército Grande, Sarmiento dice :

“La vanguardia avanza. Síguele el centro, y al pasar el Puente de Márquez hay una alarma ¡el enemigo! El enemigo estaba en sus campamentos de Caseros, visible desde allí, por la línea de carretas que formaban fortificaciones.

El día se pasó en tomar disposiciones para la batalla. Distribuyose la línea según la colocación que debían tener los cuerpos al día siguiente, aunque vivaqueó haciéndolo martillo con la línea de Rosas, defendida la nuestra por el Arroyo de Morón que cubría nuestro frente". Ya refiriéndose a la misma batalla, Sarmiento anota: "El combate pues se redujo a la casa de Caseros, embestida por el frente y el costado de la derecha por diez batallones de infantería de línea brasileros y orientales; y aunque hubo resistencia de la artillería colocada en el patio; que no veía lo que pasaba en el campo, y un momento de fuego muy nutrido de infantería, el combate era demasiado desigual para que durase tanto tiempo. Dentro de la casa de Caseros -agrega a manera de epílogo- murieron ciento cincuenta, a causa de una recrudescencia de fuego por puertas y ventanas que hicieron los batallones encerrados allí, después que estábamos en el patio”.

BATALLA DE CASEROS
(versión 2)

En las horas del alba del 3 de febrero de 1852 entre el río de las Conchas y el Arroyo Morón, se leyó la siguiente proclama a los soldados del ejército grande:

“Soldados hoy hace cuarenta días que en el Diamante .cruzábais las corrientes del Paraná, y ya estáis cerca de la ciudad de Buenos Aires, y al frente de nuestros enemigos, donde combatiráis por la libertad y por la gloria. ¡ Soldados!

Si el tirano y sus esclavos os esperan, enseñad al mundo que sois invencibles, y si la victoria por un momento es ingrata con algunos de nosotros, buscad a vuestro general en el campo de batalla, porque el campo de batalla es el punto de reunión de los soldados del ejército aliado, donde debemos todos vencer o morir. Este es el deber que os impone a nombre de la Patria, vuestro general y amigo Justo José de Urquiza”.

A las siete de la mañana el ejército libertador había pasado el Arroyo Morón. El poderoso contingente había sido distribuido así: en el ala izquierda y frente al edificio de Caseros, la división oriental; en el centro la división brasileña reforzada con una brigada argentina y la masa de artillería al mando de Pirán, que tenía bajo su mando a Mitre ya Bernabé; en la derecha cinco batallones mandados por Galán y las divisiones de caballería de Medina, Gallarza, Avalos y Lamadrid a disposición del comandante en Jefe. A retaguardia, como reserva, las divisiones de caballería de López y de Urdinarrain. Por su parte Rosas había desplegado frente a esa línea 23.000 hombres con 56 piezas de artillería y 4 coheteras y apoyando su derecha en el edificio de Caseros, rodeado por un foso, al norte de ese edificio se había formado un martillo defensivo con un grupo de carretas y su foso correspondiente, defendido por dos batallones, con dos regimientos de caballería de reserva.

El espacio comprendido entre las casas rurales y el palomar de Caseros era ocupado por dos batallones con algunas piezas de artillería. El Palomar estaba defendido por infantería; a la izquierda estaba la división de caballería de Videla y ocho batallones con algunas piezas; el centro lo guarnecía la masa de treinta piezas de artillería a las órdenes de Chilavert, que se prolongaba hacia la izquierda con tres batallones; el ala izquierda la formaban tres divisiones de caballería a las órdenes de Lagos con dos mil lanceros y fuertes columnas de ataque escalonadas. Como reserva general quedaban las divisiones de caballería de Sosa y Bustos.

Urquiza apreció rápidamente la debilidad del flanco izquierdo enemigo, formado por la caballería que había sido batida en los campos de Alvarez; además, nevando el peso mayor del ataque hacia esa dirección se podía cortar el camino de acceso a Buenos Aires. La batalla comenzó propiamente a eso de las diez de la mañana del 3 de febrero; la caballería del ejército grande arroyó a la Rosista y la dispersó rápidamente y el equilibrio roto ya no pudo volver a restablecerse; al generalizarse el ataque; las tropas de Rosas no pudieron mantenerse en sus posiciones; la mayor resistencia se hizo en el Edificio de Caseros, pero la hábil cooperación del dispositivo entero de Urquiza dio cuenta de toda la trama defensiva y pasiva que había ideado Rosas. El triunfo del Ejército Grande fue mucho más fácil de lo que podía preverse y decisivo.

La masa de la infantería y de la artillería rosista quedó prisionera en el campo de batalla; los restos de la caballería huían en todas las direcciones. Rosas mismo se alejó a toda. brida hacia Buenos Aires, donde pocas horas después entraban también los vencedores. Un largo capítulo de la Historia Argentina había terminado.

BASE AÉREA EL PALOMAR

Paralelo al Colegio Militar de la Nación y apenas separado por la vía ferroviaria, está la Base Aeronáutica de la Primera Brigada Aérea. Tiene su nacimiento en el mes de agosto del año 1912 cuando se crea la Escuela de Aviación Militar en El Palomar, mediante un decreto firmado por el presidente Roque Sáenz Peña y por el Ministro de Guerra, general Gregorio Vélez.

El primer instructor de la ya mencionada Escuela fue el piloto francés Manuel Paillette y entre los primeros profesores citaremos a Jorge Newbery y a Horacio Anasagasti.

Los primeros pobladores de la localidad asistieron asombrados a las peripecias de los vuelos bautismales en donde el arrojo y la pericia se equilibran tenazmente. Sus nombres han tenido profunda significación en la historia y aquí están como sincero homenaje: Saturnino Pérez Ferreyra, Manuel Félix Origone, Carlos Giménez Krámer, Alfredo Agneta, Raúl Coubat, Pedro Zanni, Baldomero J. de Biedma, Leopoldo Casavega, Juan Carlos Ferreyra, Melchor Z. Escola, Arenales Uriburu, Alberto R. Macías, etc.

Hoy ya no existe aquella primitiva Escuela Militar de la Nación con sus pequeños hangares, simples cobertizos para resguardar los aviones de las inclemencias naturales que sin duda contrastan con los modernos que hoy posee la Primera Brigada Aérea con asiento en El Palomar .

EL COLEGIO MILITAR

Haciendo suyo el proyecto de la comisión integrada por los generales Emilio Mitre, Emilio Conesa e Indalecio Chenaut, el coronel Mariano Moreno y el sargento mayor Lucas Peslouan, el entonces Presidente de la Nación Domingo Faustino Sarmiento funda en el mes de octubre de 1869, el Colegio Militar de la Nación.

El primer Director del Instituto fue el coronel Juan Fernando Czets y su mandato duró cuatro años.

Su asiento inicial fue en Palermo y su primer cadete el posteriormente coronel Ramón L. Falcón.

Recién en octubre de 1904 se puso la piedra fundamental del actual edificio del Colegio Militar en El Palomar. La ceremonia estuvo a cargo del general Pablo Ricchieri. La construcción se comenzó en el año 1921 siendo director del Colegio el entonces coronel Agustín P. Justo, inaugurándose las instalaciones en 1937 cuando este militar ocupaba la presidencia de la República.

El Colegio Militar funciona hoy en un moderno establecimiento emplazado en una superficie de 251 hectáreas.

CAÑADA MORÓN

Cañada natural que existe y que corre por el costado Noroeste de la Ciudad de Morón, cruzando el Partido en casi toda su longitud.

Primeramente se llamó Cañada de Juan Ruiz (1589-1810). Posteriormente y por espacio de 50 años Cañada de Oliva y finalmente Cañada de Morón.

El primer hacendado de la zona fue el capitán Juan Ruiz de Ocaña y por ello la Cañada y el Arroyo tomó el nombre de Cañada de Juan Ruiz.

Estas tierras de la Cañada de Morón, ocupaban los terrenos que hoy ocupan la misma Ciudad de Morón, gran parte de Haedo y llegaban hasta el centro mismo de la Ciudad de San Justo.

La Cañada de Juan Ruiz o Morón en su parte final, al entroncarse con los bañados de. las Conchas fue por unos años llamada Cañada de Oliva, por el nombre de los dueños que habitaban en ese lugar.

Dijo el naturalista Félix de Azara: "El trigo de la Cañada de Morón es de lo mejor del mundo".

ARROYO MORÓN

Nace al sur de Morón, corre en dirección N.O., pasa detrás de la escuela de aviación del Palomar y el Colegio Militar, desembocando en la margen derecha del río Reconquista. Por los años de 1630 y pico había junto al arroyo de Morón una ermita, un ranchito dedicado a la Virgen.

Como el paraje servía de posta a los viajeros que se dirigían a Chile y Perú y entraban en la ermita para encomendarse a la Virgen tomó el nombre de Buen Viaje.

A principios de 1700 la familia Morón se ubicó en esta zona, junto al arroyo y bastante cerca de la actual Avda. Gaona. Esta famosa familia dio nombre al lugar.

En razón gran parte de su entubamiento hoy casi no existe pero fue célebre por los hechos en él acontecidos.

Parte de la Batalla de Puente Márquez se libró en la margen occidental de arroyo de Morón.

CAMINO VIEJO

Se lo conoció como Camino Viejo a Córdoba. Hasta 1810 fue uno de los dos caminos reales o rutas que cruzaban la Zona Oeste. Su recorrido en su tramo inicial, hasta la actual población de Pilar seguía en líneas generales los mismos trazos de la hoy Ruta 8.

El Camino Viejo cruzaba el río de las Conchas por el Paso Morales, punto que servía de límite entre los partidos de Morón y San Isidro. Lindaba con los límites del Partido de la Zona Oeste por su lado Norte.

A causa de sus pantanos, en su primer tramo, el gobierno de José Martínez de Salazar, en 1663 lo cerró oficialmente.

Tal orden fue cumplida a medias hasta el año 1760.

CAMINO NUEVO

Fue la gran vía de comunicación al Norte a los reinos de Chile y Perú.

Su recorrido hasta la Ciudad de Luján marcaba en todo sobre la Ruta 7, y ahí se unía con el Camino Viejo.

El Camino Nuevo cruzaba el centro mismo del poblado de Morón y fue, por su distancia regular a la Capital, el lugar donde se instaló la Primera Posta del país.

El Camino Nuevo cruzaba el río las Conchas por el Paso del Rey. Fue llamado Camino Real, posteriormente Camino de Macadan y hoy ocupa gran parte de la calle Rivadavia.

CAMINO A BUENOS AIRES

Hoy Avenida Gaona. Comenzaba en Buenos Aires por el lado de Flores, sobre los terrenos que en esa parte tenían los señores Gaona. También don Pablo Gaona y sus familiares tenían algunas tierras por los pagos de Morón.

Este camino llamado por su comienzo el Camino de Gaona perjudicó a Morón ya que el tráfico abandonó el Camino Real, que carecía de puente en el Paso del Rey, y se mudó al de Gaona, para evitar los inconvenientes que el paso sobre el río traía aparejado. El puente de Gaona era el denominado Puente Márquez.

Fue el Camino de Gaona un camino particular y vecinal, paralelo siempre al Camino Real, hoy Ruta 7, y terminaba un poco más allá de la actual ciudad de General Rodríguez y en este punto se unía al Camino Oficial.

Algunos por dudosa ortografía de ciertos planos presumieron que el camino debía ser llamado de Gauna en homenaje al Coronel don Calixto Ruiz de Gauna quién trajo por este camino ala Capital la primera noticia de la adhesión del Cabildo de Salta a la Revolución de Mayo. Todo esto es erróneo ya que el camino en cuestión tenía ya esta nomenclatura Gaona, mucho antes de la Revolución de Mayo.

Hoy Gaona se ha convertido en una de las principales rutas de entrada y salida a la Ciudad Capital.

CAMINO DE BURGOS

Hoy Don Juan Bosco. Límite entre La Matanza y Morón. En 1812 se determinó a este camino como línea divisoria. Nacía en el Riachuelo, en el vado llamado Paso de Burgos, actualmente Puente Alsina.

El camino subía hacia el Oeste por los lugares llamados hoy Flores, Liniers, Ciudadela, Ramos Mejía, en donde tomaba la actual calle Don Bosco.

Francisco Pérez Burgos, de origen español, tenía en La Matanza muchos terrenos.

Murió en 1616. Sus descendientes vivieron muchos años en la zona.

CAMINO A PALOMAR

Nacía en el Camino de Burgos y cruzaba de Sur a Norte gran parte del Partido de Morón.

Hoy su trazo está determinado por las calles Pueyrredón, Rawson, Florencio Varela y Benjamín Matienzo. Es límite entre las ciudades de Morón y Haedo.

EL PUENTE MAISON

Estaba situado en la calle Alvear (hoy Bartolomé Mitre) servía para cruzar el arroyo de Morón y continuar con la ruta general a Castelar) camino a Luján.

Su primera construcción dataría del año 1824 a iniciativa de una nota presentada al Gobierno de Rivadavia por el Coronel Pedro Andrés García vecino del pueblo.

subdivision territorial

Localidades de Morón, 1985

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Lacoste, Alberto César: Morón 200 años: sus historiadores - [Morón]: Autores Asociados, 1985 - 68 p. ; mapas

 

 

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