mundo argentino
julio 9 de 1941


Mundo Argentino visita una escuelita rural
Donde, bajo el cielo de la pampa, se templan corazones argentinos

 

“Siguiendo el trote de una yunta, un tordillo y un zaino viejos que arrastraban por esos caminos reales un «break» cargado de chicos, blancos sus guardapolvos y lustrosas sus caras, llenas de salud e intemperie, llego el cronista, despues de largo andar, a una calle de cinacinas terminadas en una portada guarnecida de eucaliptos.

Estábamos ante la Escuela Rural nº 9, de Seis de Septiembre, a una legua de la ciudad.

En ese momento, llegaban de todas direcciones chicos «de a caballo», «de a pie» y en charret. Al rato son ochenta los que se han reunido en el patio criollo de tierra regada y barrida con esmero. Los hay de todas las edades de primero a cuarto grado. Varones y mujercitas. Los hay que vienen de muy lejos.

Bajan del coche tres muchachas. Son la directora, la señorita Amelia Dartayet, y las maestras señora Micaela C. de Goizueta y señorita Elvira Recamán.

Realizada la ceremonia de izar la bandera, cada grado va a su aula, donde se imparte la enseñanza común, además de otras actividades didácticas. Allí aprenden los pibes campesinos a fabricar pan casero y tortas de maíz que les sirven de merienda.

Allí se enseña al que no sabe, se templan corazones, y bajo el cielo de la pampa se abren zurcos de patria.”


“Contagiados del jolgorio y la alegría parlera de la chiquilinada, sacan bríos y hasta aire juvenil los viejos caballos, mientras hacen rodar por el camino de tierra el "breque" cargado de maravilloso porvenir.”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


“Después de cruzar bajos y lomas, con el sol o la lluvia, levantando nubecillas de tierra o arando barro, se aproxima al trote el coche a la meta, blanca y brillante como el enjambre movedizo del piberío.”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


“Se ha detenido el coche y los viajeros van descendiendo, bajo la atenta mirada de la maestra, mientras a caballo y «de a pie» otros alumnos se les han adelantado, dándoles su cordial «Buenos días.» ”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


“Todos los días, ante los alumnos alineados, iza la bandera uno de los más destacados, ceremonia de palabras sencillas que llena de emoción patriótica los corazones de estos muchachitos del campo argentino.”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


“También hay rebeliones y problemas en estos pibes tostaditos de sol. Esta tenía ganas de seguir jugando y no sabía hacer bien la O.”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


“Fue como una fiesta la visita del cronista a la casita de las letras, y tanto fue, que el paisanito que escribe en el pizarrón, con «licencia de la directora», se quitó el guardapolvo para quedar vestido con las galas gauchas que usa comunmente.”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


“Un premio a los afanes y al estudio. Una rebanada de torta de maíz dorada y calentita de manos de la maestra, de la misma torta que en la escuela también les enseñan a cocinar.”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


“No sólo saber dan las maestras, heroínas ignoradas; dan también abrigo con las ropas nuevas que piden, para dar, en su afán de bien, a una infancia que pudiera haber sido olvidada.”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


“Pan casero y torta de maíz. Horno generoso que cocina pan para todos. Para la polaquita, para la japonesita y para todos los hermanitos argentinos de esta tierra de fraternidad.”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


“Un trabajo manual, raro en los ambientes escolares. Sillas y bancos de cadera. Dos criollitos de cepa pura acondicionan huesos y atan tientos para formar el asiento clásico del campo.”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


“Por el ancho camino real, tranco y tranco, salvan una loma y otra loma; el boliche de los criollos, el monte de las «tres Marías», el cruce del camino. Ya se ven los eucaliptos cercanos.”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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