descubriendo castelar


El castillo de Ayerza

 

“Una de las pocas casas que queda de la época de las grandes quintas, es el llamado castillo de los Ayerza. Según una carta fechada en abril del 92, dirigido de uno de los descendientes de la familia a otro cuenta:

«- Según el diario de mamama [sic], escrito por su puño y letra, el 28/10/1895, dice: hoy a las 14 hs firmamos la compra de Morón, en 45.000 pesos. Entonces no existía Castelar, se bajaba del tren en Morón, y en coche de caballos se llegaba a la quinta; era zona de veraneo de la sociedad, y se compró por el asma de mamama. Se instalan a veranear por primera vez el 11 de diciembre de 1896. Eran 15 hectáreas más dos del triángulo desde el arroyo, lindando con la vía hasta la barrera. Estas últimas le fueron cedidas para trabajar pero sin títulos, las mismas fueron devueltas a la municipalidad cuando todo se remató. Se plantaron allí toda clase de frutales: 4 especies de ciruelas, 3 de perales, toronjas, cinchos, pomelos y naranjas, kakis, nísperos, manzanas, higueras, duraznos y damascos. También había una huerta de hortalizas. Se trajo gran variedad de árboles tropicales alojados en cuatro invernáculos, y un quinto especial para las orquídeas. Pero su pasión fueron las rosas, en dos rosedales, en filas numeradas, cada una con su nombre, cubrían casi dos hectáreas. Venían para él especialmente de Luxemburgo. Tenía dos mil variedades. Entre otras personas especialistas que lo visitaban, estaba el señor Benito Carrasco, director entonces del Rosedal de Palermo, y amigo suyo, que siempre elegía para el Paseo de Palermo.

Castillo Ayerza

La pileta se construyó en alto, especialmente pensada para el riesgo. Rómulo Ayerza, muy amigo del obispo de La Plata [sic], fue autorizado para que se diera allí misas en la parroquia. A pedido de su hija Carmen, otros terrenos fueron ofrecidos a las Hermanas de Las Esclavas, que finalmente se instalaron en Moreno. En 1933, pasa a manos de las religiosas del Sagrado Corazón, donde abren un noviciado. En 1945, Luis Ayerza se queda con la casa, la pileta y la manzana del frente. Moderniza sobre todo, baños y cocina, y coloca a su entrada el portón con la inscripción SAN JOSE 1895.

Debemos recordar que originalmente en esa casa no había baños, y se construye en la torre, un baño por piso hasta el sótano. Se colocan lavatorios en varios dormitorios y en el hall de entrada. La cochera era el edificio más antiguo. Allí vivía el cochero Manuel Rodríguez, viudo con dos hijas. Es interesante recordar que el San José de la fuente miraba originalmente al parque y cuando se urbanizó, y pasó una calle delante de la casa, se lo dio vuelta. El primer reparto de las tierras se hace después de la muerte de Don Isaac, en 1944. En 1950, durante la gobernación de Mercante, se ordena la expropiación. Avisada la familia, la autorizan al remate total. En 1958, se vende la casa a la congregación de los Oblatos de la Virgen María (7700 m2 con la fuente y la pileta). No se sabe el nombre de los primitivos dueños, que la edificaron, con planos traídos de Francia. Es curioso observar su parecido con el Chateau de la Musse, cerca de Lisieux, donde murió el papá de Santa Teresita.

Conversando con el padre Julio, director del Instituto Inmaculada, y uno de los fundadores del Instituto, nos comentó que el San José citado se pierde durante la construcción del edificio del colegio nuevo. De la misma manera, desaparecen la capillita, la pileta, y el portón con la reja labrada.”

 

Staff

Dirección: Irene Kurzempa
Redacción: Julio A. de la Vega
Coordinación comercial: Alicia Escourido
Diagramación: Lorena Nos
Diseño: Julio A. de la Vega
             Gabriela Petrikovich
Colaboradores especiales: María Cristina Catá de Marino
                                             Carlos Marino
                                             Pete y Sofía Inés

 

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Fuente: Descubriendo Castelar - Castelar: [s.n.], c1996 -
 

 

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